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estas formas recíprocas de entrega son posibles y pueden fomentar<br />
el desarrollo de todos.<br />
Actividad-Pasividad<br />
Existe el viejo tópico de que los hombres son activos y las<br />
mujeres pasivas. A eso se ha de añadir el dictum de la psicología<br />
moderna según el cual, para no menoscabar la masculinidad de<br />
un hombre, la mujer debería ser pasiva. Todo ello ha creado<br />
una gran cantidad de confusión y problemas.<br />
Helen, esposa del abogado drogadicto mencionado en el<br />
capítulo anterior, representa un ejemplo de la forma en la que<br />
la actividad femenina se pasa por alto, incluso entre las propias<br />
mujeres. Ella no se consideraba especialmente inteligente; creía<br />
que no había nada que supiera hacer realmente bien, aunque<br />
llevaba adelante de forma competente un hogar de clase media<br />
y había colaborado en los progresos profesionales de su marido<br />
antes de que la familia se deteriorase. También se hizo cargo de<br />
los niños y de las actividades educativas y formativas extra que<br />
el abogado en proceso de ascenso social le requería; clases de<br />
música y baile, atletismo, clases particulares, etc. Además, desempeñó<br />
el rol de secretaria y recepcionista de su marido. A<br />
medida que Jim se hacía más adicto y menos capaz de funcionar,<br />
ella pasó a hacerse cargo de una gran parte de su trabajo<br />
legal. Durante meses amortiguó las consecuencias de citas olvidadas<br />
y otros lapsus, y se encargó de los asuntos de muchos<br />
clientes mientras daba la cara por él. A pesar de todo ello,<br />
Helen reiteraba que no sabía hacer nada. En cierto sentido, por<br />
supuesto, se refería a nada de valor en el mercado económico,<br />
pero también seguía sufriendo profundamente por su convicción<br />
interna de que «en realidad no sé hacer nada».<br />
En términos sociales no estaba del todo equivocada, pues,<br />
en general, la sociedad masculina reconoce como actividad sólo<br />
lo que hace el hombre. Si la mujer consigue hacer lo mismo se<br />
la rechaza fuerte y violentamente. He sido testigo de manifesta-