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Manuel Sánchez Mármol - Universidad Juárez Autónoma de Tabasco

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<strong>Manuel</strong> <strong>Sánchez</strong> <strong>Mármol</strong><br />

encargarse <strong>de</strong> testificar con cuánta solicitud <strong>de</strong>sempeñaría el<br />

hermano mayor el sagrado encargo echado sobre sus hombros.<br />

***<br />

El aterrador levantamiento <strong>de</strong> la raza maya había hundido a<br />

la península <strong>de</strong> Yucatán en la más <strong>de</strong>sesperante <strong>de</strong>solación: la<br />

segunda mitad <strong>de</strong>l año <strong>de</strong> 1847 discurrió en aquella parte <strong>de</strong>l<br />

territorio nacional, registrando los horrores más inconcebibles;<br />

y el exterminio, en todas las formas que la furia pue<strong>de</strong> imaginar,<br />

era reducido a fórmula práctica <strong>de</strong> guerra por aquella raza<br />

vencida, pero no domada, cuyos instintos <strong>de</strong> venganza contra<br />

los dominadores fueron por estos mismos impru<strong>de</strong>ntemente<br />

ayudados. Ciuda<strong>de</strong>s y villas, pueblos y haciendas eran<br />

entregados a las llamas; martirizados los cautivos y violadas sus<br />

mujeres, antes <strong>de</strong> ser pasados a cuchillo; sus niños lanzados al<br />

aire y recibidos con púas o en la punta <strong>de</strong> la bayonetas... La<br />

matanza, el horror por todas partes. Y nada resistía al empuje<br />

<strong>de</strong> las tribus salvajes, que ensor<strong>de</strong>ciendo los aires con sus<br />

pavorosos alaridos, inundaban las tierras <strong>de</strong>l norte y occi<strong>de</strong>nte<br />

<strong>de</strong> Yucatán como torrentes <strong>de</strong> lava, <strong>de</strong>jando por huella <strong>de</strong> su paso<br />

montones <strong>de</strong> ceniza, charcos <strong>de</strong> sangre, cadáveres insepultos,<br />

mutilados en agonía… Y Yucatán se había <strong>de</strong>spoblado, y los<br />

moradores <strong>de</strong> sus más fértiles comarcas, poseídos <strong>de</strong>l pánico,<br />

huían <strong>de</strong> aquel cataclismo social hacia las estériles costas, para<br />

buscar la salvación en el abandono <strong>de</strong> la patria, tornada en<br />

<strong>de</strong>spiadada enemiga.<br />

Campeche no tuvo espacio para dar albergue a tanto<br />

emigrado, y aun ella misma tuvo que apercibirse a la <strong>de</strong>fensa.<br />

Nada era bastante a contener en su <strong>de</strong>sbordamiento a la raza<br />

en rebelión, cuyas vanguardias, antes <strong>de</strong> transcurrido un año,<br />

ya tocaban a las puertas <strong>de</strong> la murada ciudad.<br />

Fue entonces, señores, en aquellas tremendas<br />

circunstancias en que el joven Baranda reveló, <strong>de</strong> una manera<br />

inequívoca, que latía en sus arterias la sangre <strong>de</strong>l león <strong>de</strong><br />

Trafalgar.<br />

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