06.05.2013 Views

Manuel Sánchez Mármol - Universidad Juárez Autónoma de Tabasco

Manuel Sánchez Mármol - Universidad Juárez Autónoma de Tabasco

Manuel Sánchez Mármol - Universidad Juárez Autónoma de Tabasco

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>Manuel</strong> <strong>Sánchez</strong> <strong>Mármol</strong><br />

mira que la <strong>de</strong> arrebatar su in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia a la nación para<br />

entregársela aherrojada a su temido rival? ¡Qué! tan escaso <strong>de</strong><br />

vista habremos <strong>de</strong> suponer a Napoleón III, que no vea en este<br />

acto el suicidio <strong>de</strong> su política, por cuyo imperio ha sacrificado<br />

tantos millones y tantas víctimas? ¡Qué! no compren<strong>de</strong>rá que<br />

al venir a poner en América un pie <strong>de</strong>l coloso austriaco, será<br />

porque pasen entre por sus rotas piernas, no ya las naves <strong>de</strong>l<br />

mundo, sino las naciones mismas?<br />

Convengamos, pues, sino queremos ponernos en<br />

evi<strong>de</strong>nte contradicción con la lógica, que al traer la Francia sus<br />

legiones a México no será para venir a fundar una monarquía<br />

austriaca sobre los restos <strong>de</strong> nuestra nacionalidad.<br />

Réstanos ahora examinar si los fines <strong>de</strong> la intervención<br />

francesa puedan traer por objeto el colocar a un general<br />

mexicano en la silla presi<strong>de</strong>ncial.<br />

Pero para una pretensión semejante, necesario sería<br />

que la Francia poseyese en nuestro país intereses grandiosos,<br />

pues bien se <strong>de</strong>ja enten<strong>de</strong>r que el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> asegurarlos podría<br />

impulsarla a acometer empresa tan ardua, y aun a pesar <strong>de</strong> esta<br />

suposición a todas luces impolítica.<br />

Una <strong>de</strong>uda <strong>de</strong> doscientos mil pesos, que no pasa <strong>de</strong> ser<br />

una bagatela, que apenas si merezca entrar en la cifra <strong>de</strong>l crédito<br />

<strong>de</strong> una nación; unos cuentos miles <strong>de</strong> franceses diseminados<br />

en un territorio casi inmenso y entre ocho millones <strong>de</strong><br />

mexicanos ¿podrán pesar un átomo siquiera en la balanza <strong>de</strong>l<br />

interés <strong>de</strong> una nación <strong>de</strong> primer or<strong>de</strong>n como la Francia? Ahora,<br />

si se tratase <strong>de</strong> España, que posee intereses verda<strong>de</strong>ramente<br />

cuantiosos en la República, la cuestión sería distinta.<br />

Es, pues, claro, claro como la luz <strong>de</strong>l medio día, que<br />

Napoleón III no vendrá a imponernos un presi<strong>de</strong>nte, impulsado<br />

por motivo <strong>de</strong> interés.<br />

Pero no faltarán partidarios <strong>de</strong> la filantropía francesa<br />

que alimenten los sueños quiméricos, <strong>de</strong> que la Francia en la<br />

cuestión mexicana proce<strong>de</strong> por impulsos <strong>de</strong> generosos <strong>de</strong>sinterés,<br />

<strong>de</strong> noble <strong>de</strong>sprendimiento y <strong>de</strong> magnánima protección; mas<br />

vamos a <strong>de</strong>svanecer esos sueños en dos palabras.<br />

56

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!