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Los conflictos sociales actuales en la práctica docente-Recursos comunicacionales para el abordaje cooperativo en la escuela
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3.- Respecto al volumen de los excedentes anuales, cabe advertir que aquél depende no sólo de
las condiciones económicas generales y de la eficiencia en el funcionamiento y la administración
de las cooperativas sino también, en considerable medida, de la política de precios y de
deducciones o retenciones que decidan adoptar las mismas cooperativas. En efecto:
a) Las cooperativas que realizan funciones de distribución, además de experimentar la influencia
de los factores recién indicados, pueden disponer que el abastecimiento de artículos y servicios se
realice a los mismos precios de mercado (o aún a precios superiores, como ha sucedido en Gran
Bretaña); en tales casos, los asociados no realizan un ahorro inmediato, pero pueden percibir
retornos más considerables cuando se procede al reparto de los excedentes anuales de la
cooperativa.
Inversamente, aquellas cooperativas que se esfuerzan por abastecer artículos y servicios a
precios inferiores a los precios de mercado, proporcionan a sus asociados un ahorro inmediato,
pero producen correlativamente menores excedentes anuales.
b) Las cooperativas que realizan funciones de colocación de la producción, además de
experimentar la influencia de las condiciones económicas generales y de los factores de eficiencia
a que nos referimos más arriba, pueden obtener mayores o menores excedentes anuales según
sea el porcentaje de las deducciones o retenciones que decidan efectuar (sobre el monto que
reciben los productores por los respectivos productos entregados), con el objeto de cubrir los
gastos emergentes de la prestación de los servicios cooperativos.
e) En las cooperativas que realizan funciones de trabajo, el monto de los excedentes anuales
también depende, evidentemente, de las diversas condiciones económicas del medio, de la mayor
o menor productividad de la empresa cooperativa, del grado de eficiencia de su administración,
etc.; pero la voluntad social puede manifestarse, en este caso, en relación con el monto de los
anticipos (como pagos anticipados sobre los excedentes, hasta que se conozcan los resultados
del balance de la respectiva entidad).
En efecto, estas cooperativas pueden abonar elevados anticipos y restringir así el saldo de sus
excedentes anuales; o pueden, por el contrario, abonar anticipos limitados y retener así mayores
sumas sobre los excedentes para destinarlos al desarrollo de las actividades de las mismas
cooperativas, para aplicarlos a servicios comunes o para repartirlos anualmente entre los
asociados en proporción al respectivo trabajo realizado.
4. Por fin, creemos que resulta conveniente prevenir contra ciertas interpretaciones poco
adecuadas acerca del auténtico carácter no lucrativo de las cooperativas; esas interpretaciones
incorrectas, en lugar de explicar conceptos cooperativos, pueden llegar a confundirlos o
desprestigiarlos frente a la opinión general.
a) La circunstancia de que las cooperativas distribuyan entre sus asociados los eventuales
beneficios anuales obtenidos en sus operaciones, no constituye un argumento apropiado para
explicar por sí solo el carácter no lucrativo de las entidades cooperativas.
Si insistimos en aplicar este argumento en términos demasiado generales, y sin aclarar tanto la
peculiar naturaleza de las cooperativas como el origen y forma de distribución de sus eventuales
excedentes, corremos el riesgo de que las sociedades lucrativas arguyan algo semejante y
afirmen que también ellas distribuyen beneficios entre sus asociados, pues constituyen entidades
jurídicas organizadas y administradas en interés de las personas físicas que las integran. Es
preciso pues destacar, ante todo, el propósito fundamental de las cooperativas de proporcionar
servicios a los asociados y su sujeción a los principios cooperativos, que previenen todo posible
carácter especulativo de sus operaciones y aseguran la consecución de finalidades de interés
general (Ver los puntos A. y B. de este mismo tema).
b) Otras veces, se procura explicar el carácter no lucrativo de las cooperativas basándose en que
numerosas entidades cooperativas de distinto tipo suelen destinar una parte considerable o aun la
totalidad de sus excedentes a fines desinteresados (educación, asistencia social, promoción de la
comunidad, etc.).
Estas circunstancias deben ser apreciadas en su justo valor y demuestran, una vez más, las
inmensas posibilidades y ventajas sociales que derivan del funcionamiento de las entidades
cooperativas. Sin embargo, teniendo en cuenta las consideraciones que acabamos de expresar en
los puntos C. 1, C. 2 y C. 3 de este tema, resulta evidente que aquellas circunstancias deben
apreciarse en sí mismas y con independencia del concepto relativo al carácter no lucrativo de sus
operaciones.
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