XVIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclos A, B ... - Autores Catolicos
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ESCATOLOGÍA<br />
Lema.-La voluntad divina (C) es el tesoro eterno (A) que sacia a todos (B).<br />
La escatología o esperanza es lo mismo que la<br />
redención.<br />
Seny.-En la partitocracia las elecciones son subastas en las que los partidos compran<br />
votos a cambio de prestaciones, las pujas subirán y volverán el déficit y la deuda”.<br />
“El hombre quiere ser Dios, dice en el versículo 6<br />
aludiendo a una variante <strong>del</strong> mito de Adán, que resuena<br />
en Job 15,8. Lo quiere y, en realidad, no le falta<br />
razón, pero lo intenta al modo de Prometeo: robando,<br />
arrebatando la igualdad con Dios. Pero él no es ningún<br />
Dios. Haciéndose Dios, se opone a la verdad, con lo que<br />
este experimento acaba necesariamente en la nada de la<br />
mentira. El verdadero hombre-Dios actúa exactamente <strong>del</strong><br />
modo contrario. Es Hijo, lo que quiere decir que es el<br />
deber-se y el entregar-se totalmente. La cruz es en<br />
realidad ni más ni menos que la radicalización<br />
definitiva <strong>del</strong> comportamiento de hijo. El hogar en que<br />
se alumbra la divinización <strong>del</strong> hombre no es Prometeo,<br />
sino la obediencia <strong>del</strong> Hijo manifestada en la cruz. El<br />
hombre puede hacerse “Dios” pero no porque el mismo lo<br />
adquiera, sino únicamente haciéndose “Hijo”. Es ahí, en<br />
el comportamiento de hijo de Jesús, y en ninguna otra<br />
parte, donde alumbra el “reino de Dios”. A ello se debe<br />
que los primeros sean los últimos y los últimos los<br />
primeros. Por eso también las bienaventuranzas sobre<br />
quienes representan la cruz en la vida y, por<br />
consiguiente, la forma de hijo. Por eso se da la<br />
alabanza de los pequeños, la exigencia de hacerse niño.<br />
Teresa de Lissieux volvió a descubrir en su teología de<br />
la infancia este misterio <strong>del</strong> Hijo: donde se acepta la<br />
forma <strong>del</strong> Hijo, es donde se da la igualdad con Dios,<br />
porque Dios mismo es Hijo y en cuanto Hijo es hombre”.<br />
(J. Rtzinger: Escatología, Herder 1992,p. 71).<br />
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