XVIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclos A, B ... - Autores Catolicos

CATECISMO
El sermón de la montaña y el Padrenuestro
“El sermón de la montaña es doctrina, la oración
dominical es plegaria; ambos dan forma nueva a nuestros
deseos. Jesús nos enseña esta vida nueva y, a pedirla
por medio de la oración. De la rectitud de nuestra
oración dependerá la de nuestra vida”. (nº 2764).
La justificación como obra divina en las personas
Se considera como una obra del Espíritu Santo, es
una obra de la gracia, es por lo tanto una obra de
santificación, es una obra de identificación con el
amor divino.
“La gracia del Espíritu Santo tiene poder de
santificarnos, de lavarnos de nuestros pecados y
comunicarnos la justicia de Dios por la fe en
Jesucristo”, Rm 3, y por el Bautismo”, Rm 6. N. 1987.
“La justificación nos conforma con la justicia de
Dios que nos hace justos. Tiene como finalidad la
gloria de Dios”, n.2020.
“La justificación comprende también los dones del
Espíritu Santo, dones propios de los distintos
sacramentos, y las gracias especiales o carisma
ordenados a la gracia santificante para el bien común
de la Iglesia”, cfr 1 C 12. N. 2003
La imagen divina se nos muestra en Jesucristo y
los actos que Él hace con nosotros, nos hace partícipes
de su misma misión y de su misma vida sobrenatural.
Las expresiones que se emplean rodean el misterio
de la vida divina mediante metáforas o imágenes que
tienen el peligro de ser consideradas mágicas,
voluntarias y casi aleatorias quedándose en un sonido
puramente simbólico.
“Su muerte fue un morir al pecado, su vida es un
vivir para Dios. Consideraos muertos al pecado y vivos
para Dios”, Rm 6.
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