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XVIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclos A, B ... - Autores Catolicos

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MAGISTERIO<br />

La necesidad de la oración cristiana comunitaria e<br />

individual, particularmente la eucarística.<br />

Declaración postsinodal Ecclesia in Europa. n.78.<br />

“Junto con la celebración de la Eucaristía hace<br />

falta promover también otras formas de oración<br />

comunitaria, ayudando a descubrir la relación de ésta y<br />

la oración litúrgica. En particular manteniendo viva la<br />

tradición de la Iglesia latina se han de promover las<br />

diversas manifestaciones <strong>del</strong> culto eucarístico fuera de<br />

la Misa: adoración personal, exposición y procesión que<br />

se han de concebir como expresión de fe en la presencia<br />

real y permanente <strong>del</strong> Señor en le Sacramento <strong>del</strong> altar.<br />

Se ha de educar a ver una conexión similar con el<br />

misterio eucarístico en la celebración personal o<br />

comunitaria de la Liturgia de las Horas cuyo valor para<br />

los fieles laicos ha sido puesto también de relieve por<br />

el Concilio Vaticano II. Se exhorte a las familias a<br />

dedicar algún tiempo a la oración en común, de tal modo<br />

que interpreten a la luz <strong>del</strong> Evangelio toda la vida<br />

matrimonial y familiar. Así partiendo de quienes se<br />

ponen a la escucha de la Palabra de Dios, se formará<br />

una liturgia doméstica que marcará cada momento de la<br />

familia”.<br />

“Toda forma de oración comunitaria presupone la<br />

oración individual. Entre la persona y Dios se<br />

establece un coloquio franco que se expresa en la<br />

alabanza, el agradecimiento, la súplica al Padre por<br />

Jesucristo y en el Espíritu Santo. Nunca se descuide la<br />

oración personal, que es como el aire que respira el<br />

cristiano. Y se eduque también a descubrir la relación<br />

entre ésta última y la oración litúrgica”.<br />

Mg.- Eucaristía y misión. Sac. Caritatis, 84.<br />

El don de la Eucaristía implica afán expansivo.<br />

“En la homilía durante la Celebración eucarística<br />

con la que he iniciado solemnemente mi ministerio en la<br />

Cátedra de Pedro, decía: “Nada hay más hermoso que<br />

haber sido alcanzados, sorprendidos, por el Evangelio,<br />

por Cristo. Nada más bello que conocer-Le y comunicar a<br />

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