XVIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclos A, B ... - Autores Catolicos

“En el momento de ser detenido, El Pelé contaba 75
años. A los malhumorados milicianos les enojaba el
comportamiento del gitano en la prisión. Le permitían
la visita de su hija adoptiva –una menuda chica de 12
años- a fin de que le llevara un poco de comida, pero
les irritaba particularmente que Ceferino la invitara a
rezar el rosario junto con el resto de los detenidos.
“Uno de los responsables del comité revolucionario
de Barbastro, Eugenio Sopena, conocía al Pelé de tiempo
atrás, por ser vecino suyo. Enterado el anarquista de
que éste se hallaba encerrado, trató de defenderle,
pero le informaron de que Ceferino ejercía una
influencia perniciosa sobre el resto de los presos.
Tratando de evitar lo pero, Sopena medió ante El Pelé
para que se deshiciera del rosario de modo voluntario,
pero Ceferino se negó. En un último intento, S. le
urgió: Te matarán”.
“La noche del 8 de agosto, los milicianos sacaron de
la cárcel a 18 presos y los llevaron a las afueras de
Barbastro. Entre ellos estaba el obispo Asensio,
sabedor de lo que le esperaba tras el simulacro de
juicio a que había sido sometido por los milicianos.
Esa misma madrugada, ya el 9 de agosto de 1936, El Pelé
caía junto a su obispo. Su cuerpo fue arrojado a una
fosa común. Hasta el día de hoy, no ha sido
identificada”. (LA GACETA 27-6-011).
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