XVIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclos A, B ... - Autores Catolicos
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CATECISMO<br />
La justificación como obra divina “in causa”<br />
“Juana de Arco interrogada si sabía que estaba en<br />
gracia de Dios responde: “si no lo estoy, que Dios me<br />
quiera poner en ella; si estoy que Dios me quiera<br />
conservar en ella”. “Por sus frutos los conoceréis”, Mt<br />
7. “La consideración de los beneficios en nuestra vida<br />
y en la vida de los santos nos ofrece una garantía”,<br />
n. 2005.<br />
El mérito<br />
En el tema <strong>del</strong> mérito hay un análisis centrado en<br />
la causa primera, que en realidad hace que no pueda<br />
existir ya otra causa de ese nivel. (Creo que olvida el<br />
misterio de la existencia de las cosas fuera de Dios<br />
sin ser Dios, con sólo una relación de razón, según<br />
funciona hoy nuestra cabeza). Y por esto se hacen estas<br />
distinciones, que si nos llevasen a olvidar el misterio<br />
de la existencia de las cosas y su relativa<br />
independencia harían imposible la real autonomía, que<br />
le capacita para hacer actos voluntarios y propios ¡por<br />
voluntad divina, de tal modo que puede negarse a<br />
aceptar lo que Dios le regala¡, pero no por eso –dado<br />
que la relación de Dios con las cosas creadas es de<br />
razón- se ve afectada o dañada la trascendencia divina.<br />
Por lo tanto la libertad humana es real, pero en Dios<br />
es de razón. Si real puede rechazar lo que Dios le<br />
ofrece, sin que por ello el ofrecimiento divino sufra<br />
menoscabo en Dios mismo, sino en el hombre invitado. La<br />
gracia es dada a todo hombre y no hay distinción de<br />
gracia aceptada con gracia no aceptada; pero el hombre<br />
la acepta o no la acepta. Por lo cual el mérito no debe<br />
plantearse, pues en Dios es gracia, en el hombre es<br />
mérito. No es lo mismo el mérito en Dios que en el<br />
hombre por eso se le niega al hombre siempre que se<br />
busque otra palabra para determinar la propia<br />
causalidad <strong>del</strong> hombre. El mérito (pertenencia) es de<br />
Dios, es la misericordia que da la gracia, y esa misma<br />
gracia en el hombre se le dice meritoria, merita da<br />
acceso, acoge. Pero tampoco pasaba nada si no se usase<br />
ese término que no hace más que confundir. De todos<br />
modos el Catecismo lo trata y es preciso verlo como hay<br />
que verlo: salvar la gracia divina, y la libertad<br />
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