XVIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclos A, B ... - Autores Catolicos

HISTORIA
La confianza facilita el abastecimiento. Pompeyo teje
una red tupida que ahoga a la piratería.
“Apenas fue proclamado el voto, bajaron los
precios de trigo como si repentinamente se hubiese
recoletado una cosecha. Aún no había dejado Pompeyo su
retiro a orillas del lago Albano, donde había aguardado
serenamente el resultado del escrutinio y ya su nombre
inspiraba tantas esperanzas que los comerciantes,
libres de temor, aprovisionaban el mercado como por
magia”.
“Guardando las naturales proporciones, Pompeyo
acabó con los piratas, de manera en cierto modo análoga
a la que emplearon los almirantes aliados para acabar
con los submarinos. Dividió en Mediterráneo en sectores
y a cada uno envió una escuadra de caza, a las órdenes
de uno de sus legados, con la misión de multiplicar los
cruceros en su zona. Así cada escuadra patrullaba sin
descanso y en contacto permanente con sus vecinas”. ...
“Pompeyo se había reservado para él y para su
lugarteniente, L. Octavio, el distrito más importante:
el que comprendía, con las operaciones de Creta –cuya
dirección reivindicaba él-, la Cilicia, donde pensaba
asestar el golpe decisivo. Los piratas, por tanto,
sometidos a una constante vigilancia, perseguidos en
todas sus rutas, acechados en todos los pasos, clavados
en todos sus puertos, caerían fatalmente en la tupida
red que, para apresarlos como en una trampa, el
“imperator” había tendido con sabia previsión por todas
los mares”. (Jerome Carcopino: Julio César, Rial 08,
p.102-3).
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