30.06.2013 Views

XVIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclos A, B ... - Autores Catolicos

XVIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclos A, B ... - Autores Catolicos

XVIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclos A, B ... - Autores Catolicos

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

MAGISTERIO<br />

Carta sobre el Rosario de Juan Pablo II. n.4.<br />

Objeciones al Rosario.<br />

María es la puerta que conduce al granero de la<br />

cornucopia divina, a sus tesoros y a su manjares<br />

<strong>del</strong>iciosos.<br />

“Hay una cierta crisis en esta oración que corre<br />

el riesgo de ser infravalorada injustamente y, por<br />

tanto, poco propuesta a las nuevas generaciones. Hay<br />

quien piensa que la centralidad de la Liturgia,<br />

acertadamente subrayada por el Concilio Ecuménico<br />

Vaticano II, tenga necesariamente como consecuencia una<br />

disminución de la importancia <strong>del</strong> Rosario. En realidad,<br />

como puntualizó Pablo VI, esta oración no sólo no se<br />

opone a la Liturgia sino que le da soporte ya que la<br />

introduce y la recuerda, ayudando a vivirla con plena<br />

participación interior recogiendo así sus frutos en la<br />

vida cotidiana.<br />

“Quizás hay también quien teme que pueda resultar<br />

poco ecuménica por su carácter marcadamente mariano. En<br />

realidad se coloca en el más límpido horizonte <strong>del</strong><br />

culto a la Madre de Dios, tal como el Concilio ha<br />

establecido: un culto orientado al centro cristológico<br />

de la fe cristiana, de modo que “mientras es honrada la<br />

Madre, el Hijo sea debidamente conocido, amado,<br />

glorificado” (LG,66). Comprendido adecuadamente el<br />

Rosario, es una ayuda, no un obstáculo para el<br />

ecumenismo”.<br />

Conclusión poética<br />

Hemos de hacernos a Dios de la mano de María.<br />

Góngora<br />

“Baste el tiempo mal gastado<br />

que he seguido a mi pesar<br />

tus inquietas banderas<br />

forajido capitán”.<br />

“Una torre fabriqué <strong>del</strong> viento en la vanidad,<br />

mayor que la de Nembrot y de confusión igual.<br />

Gloria llamaba a la pena, a la cárcel libertad,<br />

150

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!