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XVIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclos A, B ... - Autores Catolicos

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LITERATURA<br />

La libertad, responsabilidad, y mundo.<br />

Chésterton: Autobiografía.<br />

Un señor llamado Blatchford, director <strong>del</strong> periódico<br />

Clarion, de tendencia socialista había atacado<br />

fuertemente la libertad para arrodillarse el<br />

determinismo.<br />

“Lo que yo defendía –dice en su libro Ortodoxia-<br />

me parecía algo que planteaba la cuestión de la<br />

posibilidad de que exista cualquier tipo de moral. Se<br />

trataba <strong>del</strong> tema de la Responsabilidad, llamado a veces<br />

libre albedrío, que Mr. Mlatchford había atacado en una<br />

serie de vigorosas e incluso violentas proclamas a<br />

favor <strong>del</strong> Determinismo, al parecer basadas en un libro<br />

o panfleto que había leído <strong>del</strong> profesor Haeckel”.<br />

“No es que yo hubiera empezado a creer en cosas<br />

sobrenaturales sino que los ateos empezaron a no creer<br />

incluso en las cosas naturales. Al destruir ellos<br />

mismos cualquier posibilidad sensata o racional de una<br />

ética laica fueron los seculares los que me llevaron a<br />

la ética teológica. Yo podría haber sido laico, en<br />

tanto eso significara que yo me sintiera responsable<br />

ante la sociedad laica. Fue el determinismo el que<br />

proclamó a voz en grito que yo no era responsable. Y<br />

puesto que prefiero que me traten como a un responsable<br />

y no como a un lunático que anda suelto, empecé a<br />

buscar a mi alrededor un refugio espiritual que no<br />

fuera simplemente un refugio de locos”.<br />

“En resumen, desde aquel día, escapé de un error<br />

que aún confunde a hombres mucho mejores que yo.<br />

Todavía existe la idea de que el agnóstico puede<br />

mantener la seguridad en el mundo mientras no desee<br />

indagar sobre lo que comúnmente se llama el otro mundo.<br />

Puede contentarse con el sentido común respecto a<br />

hombres y mujeres mientras no tenga curiosidad por los<br />

misterios sobre ángeles y arcángeles. No es cierto. Las<br />

preguntas <strong>del</strong> escéptico van directamente al corazón de<br />

nuestra vida humana, alteran este mundo, además <strong>del</strong><br />

otro, y lo que más concretamente alteran es el sentido<br />

común. No puede existir mejor ejemplo de esto que<br />

aquella extraña apariencia <strong>del</strong> determinista como un<br />

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