XVIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclos A, B ... - Autores Catolicos

paciente, previsora táctica para ir tapando todos los
resquicios por donde puedan escaparse voces sanas y
acciones nobles=mecanismo omnímodo que opera sobre la
vitalidad española”.
“Pensad en cualquier institución: los peores oprimen
a los mejores. De esta triste colmena se han hecho
dueños los zánganos. Cuando hallareis algo que os
satisfaga será al margen de la España oficial”.
“El que tiene la culpa de todo: vosotros. La
intrincada connivencia de políticos ineptos,
negociantes asoladores y prensa silenciada son la
enfermedad nacional. Vosotros, nosotros, somos la causa
responsable. Tenemos infeccionada la capacidad suprema
del espíritu: la sensibilidad de los valores. Hay un
odio a lo mejor y una simpatía hacia lo abyecto. ¿Cómo
encuentra el inferior apoyo contra el egregio?
“Hoy todos somos tristes: unos tienen la tristeza
ornada de sonrisas buenas, otros son quejumbrosos y
fatídicos hasta poneros el corazón en un puño; pero es
un hecho que el pesimismo juega con nosotros como un
bufón macabro. La literatura francesa naturalista ha
sido una queja prolongada, un salmo lastimoso para
desheredados. Dickens llora por los pobres de espíritu.
Los novelistas no presentan sino harapos, hambre,
ignominias. El arte se ha tornado hosco y regañón y
contribuye hasta amargarnos la pésima existencia de
neurasténicos. Todas las dificultades de la lucha por
la existencia han asaltado la fantasía de los
escritores y han ganado derecho de ciudadanía en la
creación literaria. La novela moderna, desde Balzac es
la nerviosa vida enferma, de la falta de belleza, de la
falta de sanidad o de la falta de otros aditamentos
morales, como el honor y el buen sentido. Es la
literatura de los defectos ((sobre la literatura de Pio
Baroja)). Es muy de admirar hoy tan regocijada
disposición de espíritu. No ver sino fuertes y
atrevidos brazos, sino amores magníficos en un país de
tristezas, es algo heteróclito y nada frecuente”.
“Valle Inclán corre hacia lo pintoresco. Para lograr
eso que es como un anecdotismo haca falta haber vivido
bastante, haber huroneado en muchos rincones, tal vez
haber tenido poco amor al hogar y haber dada muchos
bandazos por esos curiosísimos mundos”.
“Para lograr eso, que es como un anecdotismo, hace
falta haber vivido como para ungir de emoción las
palabras hace falta haber sufrido, es preciso el dolor
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