XVIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclos A, B ... - Autores Catolicos

ESCRITURA
Es la postura más adecuada a la presencia divina allí
donde se manifieste.
“El que siembra tacañamente, tacañamente
cosechará. Cada uno dé como haya decidido su
conciencia: no a disgusto ni por compromiso; porque al
que da de buena gana lo ama Dios”. (2 Cor 9).
“Los israelitas no podían fijar la vista en el
rostro de Moisés por el resplandor de su rostro, caduco
y todo como era. Pues con cuánta mayor razón el
ministerio del Espíritu resplandecerá de gloria”.
“Si lo caduco tuvo su resplandor, figuraos cuál
será el de lo permanente. Teniendo una esperanza como
ésta, procedemos con toda franqueza”. (2 Cor 3).
PADRES
La importancia de le eficiencia en las labores terrenas
se mide por los beneficios a las personas.
“¿Es que no ves cómo muchos dilapidan su dinero en
los teatros, en los juegos atléticos, en las
pantomimas, en las luchas entre hombres y fieras, cuyo
solo espectáculo repugna, y todo por una gloria
momentánea, por el estrépito y aplauso del pueblo?”
“Del mismo modo que el grano de trigo, al caer en
tierra, cede en provecho del que lo ha sembrado, así
también el pan que tú das al pobre te proporcionará en
el futuro una ganancia no pequeña”. (San Basilio Magno
PG 31, 266).
“Quien desee alcanzar misericordia en el Cielo
debe él practicarla en este mundo. Actuemos de manera
que ella llegue a ser nuestro abogado en este mundo,
para que nos libre después en el futuro. Hay en el
Cielo una misericordia, a la cual se llega a través de
la misericordia terrena”. (Cesáreo de Arlés, CCL, 103,
111).
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