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La ultima morada. Zona Prohibida.

¡La búsqueda ha terminado! Un grupo de viajeros extraterrestres ha arribado a la Tierra con intenciones desconocidas. Maravillados por la hermosura del planeta deciden descender a investigar; mientras, en el bosque Amazónico, el comandante de operaciones John Waterstone lidera un proyecto secreto del gobierno de los Estados Unidos, pero todo sale mal para las dos partes involucradas... Por otra parte, Miguel ha confirmado el diagnostico de su enfermedad, sin saber que pronto cambiará todo en su vida. ¿Qué les depara el destino a estos seres? ¿Cuáles son sus intenciones? ¿Quienes son y de donde provienen? ¿Cómo y por qué cambiará la vida de Miguel?

¡La búsqueda ha terminado! Un grupo de viajeros extraterrestres ha arribado a la Tierra con intenciones desconocidas. Maravillados por la hermosura del planeta deciden descender a investigar; mientras, en el bosque Amazónico, el comandante de operaciones John Waterstone lidera un proyecto secreto del gobierno de los Estados Unidos, pero todo sale mal para las dos partes involucradas... Por otra parte, Miguel ha confirmado el diagnostico de su enfermedad, sin saber que pronto cambiará todo en su vida. ¿Qué les depara el destino a estos seres? ¿Cuáles son sus intenciones? ¿Quienes son y de donde provienen? ¿Cómo y por qué cambiará la vida de Miguel?

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De regreso al sitio del siniestro, hidrató la excavación realizada para que las máquinas se liberaran<br />

de la mezcla en la que estaban, pudiendo moverse libremente por el fluido. Acumuló y organizó<br />

los kozou, formando un largo filamento para que flotara en la superficie de la poza y, sacándolo<br />

con los dedos, se lo introdujo en la boca, donde se deshizo completamente –como ciertos cristales<br />

al entrar en contacto con agua– entrando de forma directa a su torrente sanguíneo a través de las<br />

células de su lengua.<br />

Intentó nuevamente contactarse con su nave –ya que su señal era más fuerte que la de los kozou–<br />

notando que estaba rodeada de señales de distintos tipos, diferentes frecuencias, comunicando<br />

información inentendible por todos lados, confundiéndola por un rato. Se tendió en la tierra para<br />

relajarse mientras pesquisaba, logrando filtrar su búsqueda al separar cada ruta de datos, pero<br />

aun así no comprendía su significado, solamente dejándole claro que había formas de vida capaces<br />

de manipular tecnología.<br />

Ese descubrimiento le abrumó al pensar la situación en la que debía encontrarse su colega<br />

sobreviviente –quizás herido de la misma manera que ella o peor– y la nave, la que de seguro<br />

estaba destrozada por la colisión y siendo examinada de forma exhaustiva, temiendo que la<br />

dejaran inoperativa completamente. Se acercaba la tarde y no quedaba tiempo para pensar, debía<br />

encontrar un lugar cómodo para pernoctar y madera para encender una fogata, por lo tanto<br />

comenzó a recolectar ramas secas, dejándolas bajo un árbol de gran copa.<br />

No alcanzó a prender la yesca cuando algo importante le hizo elevar la mirada al cielo, escuchó un<br />

zumbido proveniente de un transporte volador impulsado por hélices rotatorias –el que se perdió<br />

en el horizonte rápidamente– y, además, captó una señal inequívoca de la presencia de su nave,<br />

una alarma que se enciende sólo en caso de catástrofe para informar su paradero. Ese artefacto<br />

que divisó portaba partes de su vehículo espacial y debía interceptarlo a como diera lugar.<br />

20

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