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122 CLAUDIO GUTIÉRREZ MARÍN<br />
la ley de guerra, es decir, para que los vencidos convertidos<br />
en eunucos se conviertan asimismo en esclavos al<br />
servicio de los vencedores, perdiendo con esta mutilación<br />
su personalidad de hombres.<br />
Tampoco en este grupo quedan comprendidos los<br />
sacerdotes y monjes romanistas. No sabemos de ningún<br />
caso en que la Iglesia, celosa de la castidad sacerdotal<br />
o monjil haya procedido a la<br />
esterihzación de sus ministros<br />
o de sus frailes y monjas. Si hubiera decidido esta<br />
mutilación creeríamos más en su acalorada defensa sobre<br />
la pureza carnal de su objetivo. Pero, repetimos, la<br />
Iglesia de Roma no ha recurrido jamás a estos procedimientos.<br />
Queda el tercer caso: el eunuquismo teórico. Es, sin<br />
duda, éste el caso <strong>del</strong> <strong>romanismo</strong> relacionado con el voto<br />
de castidad, o abstinencia total de los apetitos carnales.<br />
El matrimonio pasa a la categoría de pecado. ¿Por qué?<br />
¿Existe alguna necesidad fundamental para ello? ¿Ordena<br />
el Evangelio algo parecido? Cristo no dice más que "el<br />
que sea capaz de hacerse eunuco por causa <strong>del</strong><br />
los cielos<br />
reino de<br />
que se haga". No obliga a nadie. No impone a<br />
nadie semejante yugo. El que sea capaz de un sacrificio<br />
parecido que se sacrifique y nada más.<br />
Cristo río considera que el eunuquismo pueda salvar<br />
al mundo ni servir de ejemplo a la Humanidad, Él jamás<br />
forzó a los suyos para que se abstuvieran <strong>del</strong> matrimonio,<br />
ni aconsejó jamás el<br />
Cristo, el<br />
seguir parecida senda a los hombres.<br />
Príncipe de los libertadores, no podía encadenar<br />
al mundo creyente con cadenas de oprobio y oscuridad.<br />
Cristo no deseó jamás una Humanidad mutilada ni desprovista<br />
de aquellos atributos naturales con que Dios<br />
mismo la creó. Antes por el contrario. Él compartió su<br />
pan y su vino con unos y con otros, sin considerar si<br />
quienes le seguían o le necesitaban eran solteros o casa-