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Errores-fundamentales-del-romanismo

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CÜNFESIONISMO 173<br />

Cristo dice a los creyentes: "Si tu hermano hubiere<br />

pecado siete veces contra ti y siete veces se volviere a ti<br />

diciendo pésame ... tú perdonarás a tu hermano." ¡Siete<br />

veces! El número simbólico de expresión perfecta. Pedro,<br />

el anciano siervo de Cristo, no lo entendió muy bien cuando<br />

preguntó a Éste: "Hasta cuántas veces perdonaré a<br />

mi hermano, hasta siete? Y Cristo solamente hubo de rephcarle:<br />

"No te digo hasta siete, sino hasta setenta veces<br />

siete." Con lo que afirmó, el hijo de Dios, el amplio espíritu<br />

de perdón que debe existir en el corazón <strong>del</strong> creyente.<br />

"Setenta veces siete", es decir, siempre, porque ese<br />

es el espíritu <strong>del</strong> cristianismo, espíritu de perdón, no de<br />

venganza, ni odio, ni exterminio. Y el que sabe y puede<br />

perdonar hasta "setenta veces siete",<br />

puede asimismo decirse<br />

que su naturaleza humana ya "fue crucificada con<br />

Cristo y que él no vive, sino Cristo es quien vive en él."<br />

Claro está que la paz interior no se consigue plenamente<br />

sino cuando el pecador confiesa su pecado, reconoce<br />

su culpa y está dispuesto con toda humildad a admitir<br />

el castigo merecido. Y la confesión debe ir acompañada<br />

de la sinceridad, arrepentimiento y el buen propósito<br />

de no volver a incurrir en el mismo o parecido pecado,<br />

voluntariamente.<br />

También el pecado se puede perdonar aun sin confesión.<br />

Basta con que aquel que recibió la ofensa la considere<br />

como no recibida, perdonando en el acto al ofensor,<br />

aun cuando éste, en su necio orgullo o su ignorancia<br />

cierta, no quiera reconocer la culpabilidad. Mas para la<br />

paz de la conciencia mejor es confesarse culpable y esperar<br />

en el amor de Dios la justicia divina, que, por venir<br />

de Él, aun siendo concedida por una criatura humana,<br />

lejos de agravar el mal dará al corazón, con el perdón, el<br />

ánimo suficiente para no reincidir. Que no hay mejor

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