CPC_INC-2014-2015-1
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de la última prueba PISA 9 (2012) tampoco<br />
fueron buenos y ubicaron el país en el<br />
puesto 62 entre 65 países. Más allá de<br />
que el país obtenga en esta prueba resultados<br />
muy inferiores a los de los países<br />
de la Organización para la Cooperación y<br />
el Desarrollo Económico (OCDE), preocupan<br />
el alto porcentaje de estudiantes<br />
que puntúa por debajo del nivel 2 en<br />
cada prueba 10 y la bajísima proporción<br />
de aquellos que puntúan en los niveles<br />
más altos 11 .<br />
El Gráfico 3 muestra claramente que<br />
de continuar la tendencia del período<br />
2006-2012, en PISA 2018 el 76% de los estudiantes<br />
colombianos de 15 años puntuaría<br />
por debajo del nivel 2 en matemáticas,<br />
es decir, alrededor de 460.000 estudiantes.<br />
Para alcanzar en 2032 a Brasil –quien<br />
sería el tercer país latinoamericano en la<br />
proyección de PISA 2033–, sería necesario<br />
disminuir este porcentaje a 65% en <strong>2015</strong> y<br />
a 62% en 2018. No obstante, aún si el país<br />
lograra en 2018 alcanzar la mencionada<br />
meta de 62%, la proporción de estudiantes<br />
por debajo del nivel 2 sería tres veces mayor<br />
a la del promedio de los países miembros<br />
de la OCDE.<br />
En lectura y ciencias hubo una leve<br />
mejoría entre PISA 2006 y 2012, pero de<br />
continuar con la tendencia del período,<br />
en 2018 estarían por debajo del nivel 2<br />
un 48% y un 53% de estudiantes, respectivamente.<br />
Estos resultados contrastan<br />
drásticamente con los resultados obtenidos<br />
por los países de la OCDE en 2012,<br />
quienes lograron que sólo 23% de sus estudiantes<br />
estuviera por debajo del nivel<br />
mínimo en matemáticas y 18% en lectura<br />
y ciencias.<br />
Expertos nacionales y extranjeros –<br />
incluida la OCDE– coinciden en que la calidad<br />
de un sistema educativo depende<br />
principalmente de la calidad de sus docentes.<br />
No obstante lo anterior, en Colombia<br />
quienes ingresan a la carrera docente son,<br />
en términos generales, los bachilleres con<br />
los resultados más bajos en las pruebas<br />
Saber 11 12 . No sólo no se está atrayendo<br />
al mejor capital humano a la carrera docente,<br />
sino que sólo 9,5% 13 de los programas<br />
de ciencias de la educación cuenta con<br />
acreditación de alta calidad y los graduados<br />
universitarios con peor desempeño en<br />
las pruebas Saber Pro son precisamente<br />
los de carreras afines a la educación (Barrera-Osorio<br />
et al., 2012).<br />
Para completar el panorama, no existen<br />
esquemas de incentivos para la docencia<br />
de calidad en el país. En primer<br />
lugar, no existen incentivos al mejoramiento<br />
permanente de los docentes pertenecientes<br />
al antiguo estatuto 14 (que<br />
representan la gran mayoría), los cuales<br />
no fueron evaluados para su ingreso, ni<br />
han sido evaluados para su permanencia<br />
o su ascenso. Adicionalmente, falta<br />
mucho por hacer para mejorar la valoración<br />
social de la docencia e incrementar<br />
el estatus socio-económico de estos. Finalmente,<br />
no existe un plan para fomentar<br />
la acreditación de alta calidad de los<br />
programas de licenciaturas.<br />
educación superior y<br />
formación para el trabajo y el<br />
desarrollo humano (ftdh) 15<br />
Cobertura<br />
El país viene aumentando rápidamente las<br />
tasas de cobertura en educación superior a<br />
ritmos similares a los que experimentaron<br />
países como Chile y Uruguay en la primera<br />
década del milenio, quienes ahora tienen<br />
tasas de cobertura relativamente altas,<br />
cercanas a 75% y 65%, respectivamente.<br />
Si continúa la tendencia de 2010-2013, el<br />
país lograría aumentar la cobertura de 45%<br />
a 64% en 2018, con lo que alcanzaría los<br />
niveles de cobertura actuales de Uruguay,<br />
pero lejos todavía de alcanzar el promedio<br />
de los países de la OCDE (aproximadamente<br />
83% en 2012).<br />
Gran parte de este crecimiento se explica<br />
por el acelerado incremento de la matrícula<br />
en programas técnicos profesionales y<br />
tecnológicos (TyT) del SENA, como se puede<br />
ver en el Gráfico 4. En 2018 la matrícula<br />
del SENA en programas TyT representaría<br />
más de una cuarta parte del total de la matrícula<br />
en Educación Superior si continúa<br />
9. PISA es el Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes desarrollado por la OCDE. Este examen, que se aplica cada tres años en los países<br />
de la OCDE y en países que deciden participar voluntariamente, mide las competencias de estudiantes de 15 años en matemáticas, ciencia y lectura.<br />
10. El nivel 2 es el nivel mínimo establecido por la OCDE para considerar que un estudiante domina el tema.<br />
11. Tan sólo tres de cada mil estudiantes colombianos puntúa en los niveles 5 y 6 en matemáticas y lectura, y sólo uno de cada mil lo hace en ciencias.<br />
12. Para mayor detalle, ver Informe Nacional de Competitividad 2013-<strong>2014</strong> e Informe Nacional de Competitividad 2010-2011.<br />
13. Sólo 75 de los 790 programas académicos en el área de Ciencias de la Educación contaban con acreditación de alta calidad a diciembre de 2013,<br />
según datos del Mineducación.<br />
14. En 2012 el 62% de los docentes pertenecía al antiguo estatuto, según datos del Mineducación.<br />
15. De acuerdo con el Mineducación, “la educación para el trabajo y el desarrollo humano hace parte del servicio público educativo y responde a los<br />
fines de la educación consagrados en el artículo 5° de la Ley 115 de 1994. Se ofrece con el objeto de complementar, actualizar, suplir conocimientos<br />
y formar, en aspectos académicos o laborales, y conduce a la obtención de certificados de aptitud ocupacional”.<br />
educación consejo privado de competitividad<br />
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