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IV
LA POLÍTICA
ECONÓMICA
1. La gestión fiscal
La relativa solidez de la posición fiscal y
externa de Bolivia en los últimos años ha
derivado en una importante acumulación
de reservas que ha reducido su
vulnerabilidad macroeconómica. El mayor
soporte a su desempeño macroeconómico
han sido los términos de intercambio
favorables para la economía. Entre el 2005
y el 2010 se duplicaron los ingresos por
exportaciones gracias a mayores
volúmenes y precios de exportación,
contribuyendo estos a un crecimiento del
PIB que pasó de 3,1 por ciento en el
período 2001-2005 a 4,7 por ciento en el
período 2006-2011. Por su parte, las
cuentas fiscales se tornaron superavitarias,
pasando de altos balances negativos
registrados los cuatro primeros años de
la primera década del presente siglo (déficit
promedio como porcentaje del PIB del 7,3
por ciento) a superávits consecutivos a
partir del 2005. En resumen, las mayores
tasas de crecimiento en la segunda mitad
de la década fueron acompañadas por
saldos fiscales positivos que promediaron
2,0 por ciento del PIB en el período 2006-
2011 110 .
Una evaluación de la gestión fiscal en
esta segunda mitad de la década, muestra
tres elementos principales que continúan,
o bien se suman, como condicionantes
importantes del balance fiscal del sector
público boliviano. Primero, la continua
dependencia del sector público de los
ingresos derivados del sector
hidrocarburos. Segundo, el costo de la
“nacionalización” de las empresas
capitalizadas. Finalmente, el crecimiento
en los niveles de endeudamiento externo
registrados a partir del 2006.
La renta derivada de hidrocarburos, tanto
en la forma de recaudaciones impositivas
como en ingresos por venta directa,
continúa condicionando las cuentas
fiscales del país. A pesar de una reducción
de estos ingresos de 24,0 por ciento del
PIB a 19,6 por ciento del PIB entre 2008
y 2011, los hidrocarburos contribuyeron
en 2011 con el 44,0 por ciento de los
ingresos totales del Sector Público No
Financiero (SPNF) y con el 29,7 por ciento
de los ingresos totales del Gobierno
General (GG).
Las transferencias por pensiones
derivadas de la aplicación de la antigua
Ley de Pensiones 111 continúan siendo un
egreso fiscal importante. Analizando el
período 2008-2011 se muestra que las
transferencias corrientes por pensiones
significaron un gasto promedio anual de
3,2 por ciento del PIB y acumulado total
de 13,0 por ciento del PIB durante esos
4 años. La nueva Ley de Pensiones, Ley
No. 065 del 10 de diciembre de 2010
cambia este sistema, establece un
Sistema Integral de Pensiones y
nacionaliza las Administradoras de los
Fondos de Pensiones. Los costos de la
nueva reforma sin duda contribuirán
también a la presión sobre el gasto
público.
110 Ministerio de Economía y Finanzas Publicas (Memoria de la Economía Boliviana).
111 Ley No. 1732 de 29 de noviembre de 1996.
Fundación Milenio
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