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IV LA POLÍTICA ECONÓMICA
replantear el escenario en un esquema
gradual y progresivo.
La política fiscal también debería
considerar algunos mecanismos
estabilizadores que ayuden a evitar el
gasto público pro-cíclico. Un mecanismo
podría ser la creación de un Fondo Fiscal
de Estabilización y Desarrollo. Si la
formulación del Presupuesto se basara
en estimaciones más conservadoras de
precios del gas y petróleo, se podrían
generar ingresos adicionales en períodos
de precios altos. Los ahorros así
generados podrían acumularse en este
fondo fiscal con el objetivo de ayudar a
evitar el gasto público pro-cíclico,
mantener un importante colchón de
liquidez y además estar disponible para
programas estratégicos de desarrollo. A
nivel local, la medida también podría
formularse para los departamentos. Por
ejemplo, Tarija puede generar un fondo
que le permita tener un importante colchón
de liquidez en base a los altos ingresos
por IDH que ha recibido, fruto de los altos
precios de hidrocarburos en los últimos
años. Este colchón año a año estaría
disponible para proyectos costosos y
estratégicos para el departamento, a fin
de poder iniciarlos cuando la etapa de
pre-inversión haya sido superada y no
actuar bajo la presión del Gobierno Central
sobre la ejecución del gasto a nivel local.
Por el lado del financiamiento del déficit,
es necesario replantear el elevado
financiamiento del BCB de las operaciones
del Gobierno Central y las EP, no
solamente desde el punto de vista de la
salud de las cuentas fiscales, sino para
reforzar la independencia de la política
monetaria.
También es necesario replantear el
crecimiento en el endeudamiento externo,
pues después de que los desembolsos
externos habían llegado a su nivel más
alto de la década el año 2003 (9,3 por
ciento del PIB), hubo un descenso notable
hasta registrar 0,04 por ciento del PIB el
año 2005. Sin embargo, se han elevado
de manera sostenida, cerrando la gestión
2011 en un nivel equivalente a 4,6 por
ciento del PIB. Dado que las cuentas han
sido superavitarias y que el país ha
registrado mayores tasas de crecimiento
y bonanza en el sector exportador de
materias primas, es preocupante la política
de endeudamiento externo.
Finalmente, es necesario sostener y
acelerar la ejecución de la inversión
pública. Si bien el gasto de capital se ha
recuperado, y superado ligeramente su
nivel promedio de la primera mitad de la
década, exceptuando el año 2005 en el
que equivalió a menos de 1 por ciento del
PIB; el descenso el año 2010 (10,7 por
ciento del PIB) respecto a 2009 (12,8 por
ciento del PIB) mostró la incapacidad de
sostener y acelerar el nivel de inversión.
Esto ha tenido que actuar también como
un desacelerador del crecimiento
económico. El dato preliminar para la
gestión 2011 muestra una reversión de
esta situación con un nivel de gasto de
capital mayor equivalente a 13,1 por ciento
del PIB, en el contexto de un superávit
fiscal mucho menor que el del 2010. El
desafío es mejorar la tasa y priorizar la
inversión en servicios públicos y la
reducción de los niveles de pobreza, en
lugar de invertir en la creación de
empresas estatales.
1.7 Reformas fiscales
La actual administración pública ha
promovido el fortalecimiento de políticas
sociales asistencialistas y una mayor
intervención del Estado en asuntos
económicos. Por un lado, se han creado
y continuado con programas sociales de
Fundación Milenio
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