INFORME MILENIO ECONOMIA Gestión 2011.pdf, 2.34 MB - Cedla

II DESEMPEÑO PRODUCTIVO E INVERSIÓN
reglas del juego que dan forma a los
incentivos de los individuos en una
sociedad, afecta los resultados
económicos modificando los costos de
transacción, y además impacta en la
manera en cómo las ganancias y las
pérdidas del proceso económico son
distribuidas, siendo, más adelante, el
aspecto central para determinar el poder
político que logran ciertos grupos de
individuos al interior de una sociedad para
modificar las instituciones resguardando
sus intereses. Bajo este marco, los países
que han logrado un relativo éxito
económico, entre otras cosas, han
mejorado su calidad institucional a través
de sistemas judiciales independientes,
han logrado un respeto férreo de los
derechos de propiedad de bienes,
servicios e intelectuales; asimismo, han
consolidado una estabilidad democrática
bajo un sano balance a través de controles
y contrapesos, los sectores privados y
públicos trabajan de manera coordinada,
la elite política está restringida tanto por
recursos como por un sistema de rendición
de cuentas transparente, y además los
niveles de corrupción son bajos. Las
economías que han logrado todo esto
gozan de mayor grado de prosperidad
económica, su desarrollo humano es alto,
lo que implica buenos resultados en
educación y salud, y, en general, su
distribución del ingreso es relativamente
menos desigual.
Bolivia tiene el desafío de mejorar su
calidad institucional. Ubicándose entre
los 20 países con peor calidad institucional
del mundo, de 142 evaluados, es
primordial consolidar en el país
instituciones que generen los incentivos
correctos para que, en el ámbito
económico, exista mayor producción, se
generen mayores ingresos, se alcancen
tasas de crecimiento económico elevadas
y sostenidas, y así sea posible lograr
mejorar el bienestar económico y social
de todos. La relativamente débil
institucionalidad del país afecta tanto a
instituciones económicas como políticas.
De acuerdo al reporte internacional
analizado en este documento, la
percepción de que los derechos de
propiedad en el país se respetan poco o
nada no es trivial. De 142 economías,
Bolivia ocupa la posición 136. Esto
preocupa porque el sistema de respeto a
los derechos de propiedad trae consigo
un mecanismo de recompensas y castigos
implícitos que incentiva a una asignación
eficiente de los recursos, y a una mayor
inversión por parte de los individuos, ya
que con derechos de propiedad bien
delimitados serán ellos mismos los
beneficiados de las ganancias de sus
inversiones, y en caso fracasen serán
también ellos los que sufrirán las
consecuencias.
Por su parte, el garante para que los
derechos de propiedad en una sociedad
se respeten es el sistema judicial. Un
sistema judicial independiente es garantía
del Estado de Derecho, ya que si en algún
caso el sistema judicial se subordinase
al poder político, las leyes, es decir las
reglas formales que determinan los
incentivos y por ende las decisiones de
los individuos en la sociedad, podrían ser
cambiadas a gusto de la elite política
generando incentivos no deseados que
impactan sobre las decisiones, no sólo
económicas de los individuos, sino sobre
un espectro mayor. De esa manera, la
elite política, modificando las instituciones
y centralizando en sí misma las ganancias
del proceso económico, genera la
persistencia de las malas instituciones,
postergando las reformas institucionales
necesarias para lograr el desarrollo
económico. Bolivia ocupa el puesto 100
de 142 economías en independencia
judicial. Si comparamos este resultado
Fundación Milenio
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