12.07.2015 Views

Kathrin Buhl y Claudia Korol (Orgs.) - Fundação Rosa Luxemburg

Kathrin Buhl y Claudia Korol (Orgs.) - Fundação Rosa Luxemburg

Kathrin Buhl y Claudia Korol (Orgs.) - Fundação Rosa Luxemburg

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Rostock; a pesar de restricciones y trabas masivas, vivieron 10.000 – 15.000 personas entres campamentos “anticumbre”. A pesar de la presencia masiva de policías, se llevarona cabo manifestaciones grandes y chicas todo los días, y se bloquearon durante tres díaslos accesos por tierra al lugar de la cumbre, a pesar de la orden general (la prohibicióndel derecho a reunión libre en el área de la zona de derecho especial de 40 km2), confirmadapor el Supremo Tribunal Federal (Bundesverfassungsgericht).Visto desde la perspectiva de los movimientos sociales, como también en relacióna la práctica democrática, éste es uno de los resultados más importantes: a pesarde todas las restricciones policiales, políticas, mediáticas y jurídicas, los activistasde los movimientos antiglobalizadores consagraron y practicaron el derecho garantizadoen la Ley Fundamental de Alemania, tan apreciado por el Supremo TribunalFederal: el derecho a la libre reunión.No empezamos nuestro aporte sobre “la criminalización de los movimientossociales y de las protestas sociales en la República Federal Alemana” con estas dos“historias”, porque creyéramos que esta experiencia pudiera ser traspasada inmediatamentea la “cotidianeidad” de la criminalización, ni que pudiera reseñarla exhaustivamente.Pero la cumbre del G8, como también la movilización contra esa cumbrepor diferentes movimientos –antiglobalizadores, antimilitaristas, migratorios, críticosde la política de refugiados y de la política de desarrollo – tuvieron una incidenciaenorme para los movimientos de Alemania Federal. Allí surgieron nuevas alianzas,y especialmente gente joven se politizó a través de esta campaña y de las actividadesconcretas. Se experimentaron formas nuevas, y más que nada los bloqueos (de losaccesos al lugar de la cumbre) mostraron que son posibles otras y amplias formas deresistencia y militancia. El derecho a la manifestación se puede imponer en momentosy lugares en los que eso resulte necesario.Justamente de eso tenían “miedo” los aparatos de seguridad estatales, reaccionandocorrespondientemente de esa forma masiva. Pero los acontecimientosdel G8 recolocaron el interés de los movimientos en la discusión sobre represión,“seguridad interna” y los aparatos de poder en el escenario político. Esto fuetratado durante mucho tiempo, quizá demasiado, exclusivamente por “expertosantirrepresivos” tanto de los movimientos como de las organizaciones para losderechos civiles, abogados izquierdistas y sus asociaciones (como, por ejemplo,RAV), y de organizaciones de autoayuda como las comisiones de pesquisa (Ermittlungsausschüsse)y del Auxilio Rojo.Las dimensiones de la represión mostraron una vez más que ésta no se dirigesolamente contra las partes más radicales de los movimientos, sino contra todoel movimiento. Estos se sintieron ofendidos y actuaron en este contexto de maneraradical: los derechos fundamentales y los derechos humanos se protegen destacadamentecuando y si se los practica.Seguramente la criminalización/represión de estos movimientos nuevos, ampliosy radicales, fue sólo un “objetivo” de la acción policial más extensa en la his-200

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!