El-Sistema-penitenciario-salvadoreño-y-sus-prisiones
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xPresentación<br />
sistema penal encaminadas al endurecimiento de penas, lo que ha provocado el uso excesivo<br />
de la privación de libertad, minimizando la aplicación de opciones alternativas y correctivas<br />
que busquen la resocialización de las personas privadas de libertad.<br />
No se puede desconocer que una sociedad deshumanizada y desesperada por la<br />
violencia y el crimen pide el peor de los castigos para quienes amenazan su seguridad; dicha<br />
reacción es natural ante el miedo de convertirse en una probable víctima. Pero el Estado,<br />
los gobernantes y la sociedad tienen la responsabilidad de desmontar y romper ese círculo<br />
cerrado de violencia contra la violencia y sobreponer la racionalidad, el humanismo y el<br />
respeto a los derechos humanos.<br />
Como lo muestra este estudio, la población reclusa es mayoritariamente joven y con bajos<br />
niveles de educación, dos indicadores de un grave problema para la sociedad salvadoreña,<br />
que denotan marginalidad y desesperanza.<br />
La actual situación penitenciaria es, sin duda, uno de los problemas más graves que vive<br />
<strong>El</strong> Salvador, cuyo tratamiento debe ser estructural, involucrando al sistema de justicia y el<br />
resto de entidades gubernamentales, en el que el derecho a la dignidad humana debe ser<br />
respetado, como base fundamental para la transformación del fenómeno y la superación de<br />
la crisis. Es decir, el sistema <strong>penitenciario</strong> debe responder a su complejidad y a la realidad<br />
con que se vive adentro y afuera de las <strong>prisiones</strong>; por ello, se considera que es imprescindible<br />
una visión racional, integral y humana que conlleve a la construcción de paz.<br />
Esta crisis que se ha cimentado durante décadas, con la misma fuerza que lo ha hecho la<br />
violencia fuera del presidio constituye un muro que es necesario derribar si se quiere reducir<br />
la violencia y la inseguridad, así como sensibilizar a la sociedad salvadoreña.<br />
Con este aporte se pretende coadyuvar a la modificación de la visión cotidiana que tiene<br />
la sociedad sobre el sistema <strong>penitenciario</strong>, pues tal como se ha manejado hasta el momento,<br />
ha producido mucho daño, no solo a las personas privadas de libertad sino también a la<br />
población en su conjunto.<br />
Frente a este problema, vienen a mi memoria las reflexiones que Heinrich Böll plasmó<br />
en su libro titulado Asedio Preventivo, que aunque se refiere a un contexto diferente, hace ver<br />
la franja tenue y delgada entre los vigilantes y los vigilados, entre el delincuente y la víctima,<br />
así como los límites de la responsabilidad entre el victimario y el resto de la sociedad. Las<br />
personas privadas de libertad en el sistema <strong>penitenciario</strong> <strong>salvadoreño</strong> son al mismo tiempo,<br />
víctimas del sistema. La misma situación ocurre con las personas “en libertad”, pues con<br />
la intensión de “garantizar” su seguridad frente a la violencia y criminalidad, crean en su<br />
cotidianidad otras <strong>prisiones</strong>.