El-Sistema-penitenciario-salvadoreño-y-sus-prisiones
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<strong>El</strong> sistema <strong>penitenciario</strong> <strong>salvadoreño</strong> y <strong>sus</strong> <strong>prisiones</strong><br />
• En cuanto a los procesos de formación para el empleo, iniciativas de emprendedurismo<br />
y de industria penitenciaria que se desarrollan en algunos penales, es importante<br />
contar con un diagnóstico sobre la formación, habilidades y competencias laborales<br />
de los internos, que permitan diseñar la oferta de formación técnica y los componentes<br />
del programa trabajo <strong>penitenciario</strong> acorde al perfil de los beneficiarios. Por otro lado,<br />
estos programas deben tener como propósito dotar de las competencias laborales que<br />
les puedan ser útiles en su vida en libertad, por lo que deberían también considerar<br />
las demandas actuales del mercado laboral.<br />
• Los programas de las Granjas Penitenciarias y de Industria Penitenciaria deben dejar<br />
de ser experiencias piloto o buenas prácticas que se desarrollan en algunos penales,<br />
para ampliarse al conjunto o la mayoría de centros penales del país. Al respecto,<br />
en ambos casos, se requiere establecer alianzas público-privadas con empresas<br />
industriales y agrícolas que bajo las normas que establece el Código de Trabajo y<br />
Convenios Internacionales, se gestionen procesos de producción agrícola o industrial.<br />
<strong>El</strong> sistema <strong>penitenciario</strong> debe garantizar que los internos laboren bajo normas<br />
mínimas de seguridad industrial, que el trabajo sea remunerado y que las jornadas<br />
laborales no sean excesivas. Esto requiere el fortalecimiento de las capacidades que<br />
ya posee el sistema, diversificar la oferta de trabajo y servicios, además de contar con<br />
una reglamentación sobre su funcionamiento, y forma de remuneración que deban<br />
recibir los privados de libertad que se incorporen a esta iniciativa.<br />
• En el ámbito de la atención psicosocial del privado de libertad, es fundamental<br />
aumentar el personal de psicólogos y considerar la contratación de un equipo de<br />
planta de psiquiatras, que ofrezcan un tratamiento clínico sistemático a los internos<br />
que lo requieran, así como un seguimiento más directo de su evolución, que acredite<br />
y agilice su tránsito a las diferentes etapas. Al respecto, es fundamental que los<br />
equipos tanto del personal de salud mental como del personal médico y técnico,<br />
reciban una formación especializada para la atención y el tratamiento de los internos.<br />
En este orden, se sugiere que el Departamento de Estudios y Capacitación, de la<br />
Escuela Penitenciaria incorpore de forma permanente y sistemática en <strong>sus</strong> planes de<br />
formación, una propuesta formativa para los equipos de salud mental, de forma tal<br />
que todo el personal de estas áreas transite por un proceso de formación con base a<br />
los principios y objetivos de la Política Penitenciaria Carretera de Oportunidades con<br />
Justicia y Seguridad.<br />
Establecer mecanismos de coordinación interinstitucional mediante<br />
herramientas que reduzcan la efectiva aplicación, monitoreo y control de los<br />
beneficios <strong>penitenciario</strong>s y penas alternativas y <strong>sus</strong>titutivas a la prisión. Esto favorecerá<br />
el tránsito de los privados de libertad en las distintas fases del régimen progresivo y una<br />
efectiva aplicación y control de la concesión de los beneficios <strong>penitenciario</strong>s, de medidas<br />
cautelares alternativas a la prisión y de penas <strong>sus</strong>titutivas de la prisión, con mecanismos de