14.05.2013 Views

Alejandro Dumas - La dama de Monsoreau - v1.0.

Alejandro Dumas - La dama de Monsoreau - v1.0.

Alejandro Dumas - La dama de Monsoreau - v1.0.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Tenía Bussy gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> pasar la<br />

noche hablando <strong>de</strong> la <strong>dama</strong> <strong>de</strong>sconocida; pero<br />

Remigio comenzó sus funciones <strong>de</strong> doctor<br />

exigiendo que el herido durmiese o al menos<br />

se acostara; el cansancio y el dolor daban el<br />

mismo consejo al buen caballero, y estas tres<br />

potencias reunidas triunfaron por último <strong>de</strong><br />

su <strong>de</strong>seo.<br />

No lograron, sin embargo, este triunfo, sin<br />

que Bussy hubiese instalado a su nuevo comensal<br />

en tres habitaciones que en otro<br />

tiempo habían sido las suyas y que formaban<br />

parte <strong>de</strong>l tercer piso <strong>de</strong>l palacio; luego, seguro<br />

<strong>de</strong> que el joven médico, bien hallado con<br />

su nuevo alojamiento y con su nueva fortuna,<br />

no se escaparía clan<strong>de</strong>stinamente, bajó al<br />

magnífico aposento que ocupaba en el piso<br />

principal.<br />

A la mañana siguiente, al <strong>de</strong>spertar, encontró<br />

a Remigio <strong>de</strong> pie a la cabecera <strong>de</strong> su<br />

cama. El joven había pasado la noche sin po<strong>de</strong>r<br />

creer en la dicha que le caía <strong>de</strong>l cielo, y<br />

aguardaba a que <strong>de</strong>spertase Bussy para asegurarse<br />

por su parte <strong>de</strong> que no había soñado.<br />

-¿Qué tal? -preguntó-, ¿cómo os sentís?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!