14.05.2013 Views

Alejandro Dumas - La dama de Monsoreau - v1.0.

Alejandro Dumas - La dama de Monsoreau - v1.0.

Alejandro Dumas - La dama de Monsoreau - v1.0.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

partes <strong>de</strong>l cuerpo, es <strong>de</strong>cir, que era grueso y<br />

corto, circunstancia que hacía inminente la<br />

apoplegía tan luego como el P. Gorenflot experimentase<br />

alguna emoción algo violenta.<br />

Más el P. Gorenflot, conociendo este <strong>de</strong>fecto<br />

y el peligro a que se exponía, no se impresionaba<br />

jamás, y aún <strong>de</strong>bemos <strong>de</strong>cir que era<br />

muy raro verle manifiestamente afectado<br />

como estaba cuando Chicot entró en el gabinete.<br />

-¿Qué es esto, amigo mío? ¿qué hacéis<br />

ahí? -exclamó nuestro gascón, mirando sucesivamente<br />

a Gorenflot, las espinacas, la mecha<br />

<strong>de</strong>l velón y cierta copa llena <strong>de</strong> agua<br />

mezclada con algunas gotas <strong>de</strong> vino.<br />

-Ya lo veis, hermano, estoy cenando -<br />

repuso Gorenflot con una voz vibrante como<br />

el sonido <strong>de</strong> la campana <strong>de</strong> su convento.<br />

-¿Vos llamáis a eso cenar? ¿vos Gorenflot?<br />

¡Epinacas y queso! Vamos, estáis <strong>de</strong>lirando -<br />

exclamó Chicot.<br />

-Nos hallamos en uno <strong>de</strong> los primeros<br />

viernes <strong>de</strong> Cuaresma; hagamos algo por<br />

nuestra salvación, hermano mío -contestó

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!