WALTER BENJAMIN: LA LENGUA DEL EXILIO - Universidad de Chile
WALTER BENJAMIN: LA LENGUA DEL EXILIO - Universidad de Chile
WALTER BENJAMIN: LA LENGUA DEL EXILIO - Universidad de Chile
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
www.philosophia.cl / Escuela <strong>de</strong> Filosofía <strong>Universidad</strong> ARCIS<br />
La noticia<br />
Para Proust, <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l azar la circunstancia <strong>de</strong> que el individuo<br />
conquiste una imagen <strong>de</strong> sí mismo o se adueñe <strong>de</strong> su propia experiencia.<br />
Depen<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l azar en tal cuestión no resulta en modo alguno natural. Los<br />
intereses interiores <strong>de</strong>l hombre no tienen por naturaleza ese carácter<br />
irremediablemente privado, sino que lo adquieren únicamente cuando<br />
disminuye, <strong>de</strong>bido a los hechos externos, la posibilidad <strong>de</strong> que sean<br />
incorporados a su experiencia. El periódico es uno <strong>de</strong> los tantos signos <strong>de</strong><br />
esta disminución. Si la prensa se propusiese proce<strong>de</strong>r <strong>de</strong> tal forma que el<br />
lector pudiera apropiarse <strong>de</strong> sus informaciones como partes <strong>de</strong> su<br />
experiencia, no alcanzaría <strong>de</strong> ninguna forma su objetivo. Pero su objetivo<br />
es justamente lo opuesto, y lo alcanza. Su propósito consiste en excluir<br />
rigurosamente los acontecimientos <strong>de</strong>l ámbito en el cual podrían obrar<br />
sobre la experiencia <strong>de</strong>l lector. Los principios <strong>de</strong> la información periodística<br />
(novedad, brevedad, inteligibilidad y, sobre todo, la falta <strong>de</strong> toda<br />
conexión entre las noticias aisladas) contribuyen a dicho <strong>de</strong>fecto tanto<br />
como la compaginación y el estilo lingüístico. 110<br />
Mantenerse informado parece ser hoy una especie <strong>de</strong> necesidad para el<br />
ciudadano "educado". Bastan unos cuantos días <strong>de</strong> aislamiento -sin acceso a<br />
noticiarios ni a periódicos- para que nos <strong>de</strong>jemos invadir por una callada pero<br />
persistente incomodidad, para que un extraño sentimiento <strong>de</strong> culpa se <strong>de</strong>je caer<br />
sobre nosotros. No me parece que esto se <strong>de</strong>ba simplemente a que hoy, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l<br />
tiempo, también la información valga su peso en oro. Este <strong>de</strong>sasosiego tiene, a mi<br />
modo <strong>de</strong> ver, un alcance más amplio, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> cierto punto <strong>de</strong> vista, bastante más<br />
interesante. Es como si, <strong>de</strong> pronto, y casi sin darnos cuenta, hubiésemos sido<br />
120