WALTER BENJAMIN: LA LENGUA DEL EXILIO - Universidad de Chile
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www.philosophia.cl / Escuela <strong>de</strong> Filosofía <strong>Universidad</strong> ARCIS<br />
El comienzo <strong>de</strong> un texto es la primera manifestación <strong>de</strong> la tentación como<br />
caída, y <strong>de</strong> la caída como olvido. Sólo un olvido pue<strong>de</strong> dar lugar al comienzo. No es<br />
el inicio <strong>de</strong>l texto lo que da lugar al texto; habría que <strong>de</strong>cir más bien que tanto el<br />
inicio como el texto tienen lugar gracias a una falta, a una huida. Reconocer que el<br />
comienzo es el lugar <strong>de</strong> un olvido es reconocerlo como imposibilidad, como <strong>de</strong>uda<br />
perpetua.<br />
En rigor, no hay ni inicio, ni fundamento <strong>de</strong>l texto, ni <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong>l lenguaje,<br />
pero tal teoría existe en la tentación <strong>de</strong>l inicio, en la tentación <strong>de</strong>l fundamento, en un<br />
cierto olvido. Siendo así, habrá que asumir que tampoco Benjamin, el preventor, el<br />
avisador, escapa al abismo <strong>de</strong> su propio filosofar. Pero no es escapar al abismo lo<br />
que preten<strong>de</strong>, sino, por el contrario, ponerse a resguardo <strong>de</strong> la ceguera que no ve<br />
en el filosofar ningún abismo, ninguna tentación, ninguna caída -y esto dirá también:<br />
ponerse a resguardo <strong>de</strong> la ceguera que no ve en el lenguaje ningún abismo, ninguna<br />
tentación, ninguna caída. Únicamente quien sabe la existencia <strong>de</strong>l abismo pue<strong>de</strong><br />
mantenerse sobre él y sufrirlo como riesgo. Abalanzarse sobre la hipótesis como sobre<br />
una presa que corre por fuera <strong>de</strong>l texto, que existe antes que él, y levantarse luego<br />
sobre ella como sobre un fundamento, es olvidar todo peligro, olvidar el olvido,<br />
olvidar la <strong>de</strong>uda que hace posible cualquier fundamento.<br />
Reconocer la imposibilidad <strong>de</strong>l comienzo es reconocer en la tentación <strong>de</strong><br />
poner la hipótesis al comienzo, la tentación <strong>de</strong> armarse <strong>de</strong> un cierto po<strong>de</strong>r, <strong>de</strong><br />
arrogárselo: el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> situar lo insituable, <strong>de</strong> apresar lo inapresable, <strong>de</strong> apropiarse<br />
<strong>de</strong> lo inapropiable.<br />
La tentación <strong>de</strong> poner la hipótesis al comienzo constituye el abismo <strong>de</strong> todo<br />
filosofar; pero mantenerse sobre tal abismo, justamente sobre él es su tarea. Una<br />
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