LAS INFECCIONES DE TRANSMISIÃN SEXUAL. - Euskadi.net
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7.2. VACUNACIONES<br />
La vacunación es una de las estrategias clásicas<br />
frente a las enfermedades infecciosas, por<br />
medio de la cual se pretende generar una inmunidad<br />
para que cuando la persona entre en<br />
contacto con el agente infeccioso las defensas<br />
del organismo lo combatan e impidan el desarrollo<br />
de enfermedad. Actualmente se están<br />
realizando distintas investigaciones para desarrollar<br />
vacunas específicas para varias infecciones<br />
de transmisión sexual.<br />
a) Hepatitis B<br />
La vacunación masiva para la hepatitis B es<br />
una intervención de efectividad probada, incluida<br />
en el calendario vacunal infantil en<br />
nuestro país, que está muy extendida en los<br />
países de nuestro entorno y se realiza en la<br />
preadolescencia con la intención de conferir<br />
inmunidad antes del inicio de la actividad sexual.<br />
Es una intervención que además ha demostrado<br />
ser de buen nivel de coste efectividad<br />
en nuestro medio (Antoñanzas 1995;<br />
Garuz 1997; Badia 1997; Mangtani 1995).<br />
Por otra parte, el CDC (2002) de los USA recomienda<br />
la vacunación por hepatitis B a todas<br />
las personas no vacunadas que sean atendidas<br />
en servicios de ITS; asimismo recomienda<br />
la vacunación para hepatitis A en homosexuales<br />
y consumidores de drogas ilegales.<br />
Jacobs (2003) considera que en grupos de alto<br />
riesgo, como personas atendidas en servicios<br />
de ITS, la vacunación conjunta frente a hepatitis<br />
A y B es una estrategia adecuada y de un<br />
coste asumible.<br />
b) Papilomavirus<br />
Los papilomavirus humanos (HPV) tienen alta<br />
prevalencia en todas las poblaciones. Existen<br />
más de 30 tipos que infectan las mucosas, incluyendo<br />
el epitelio anogenital. Hay tipos de<br />
alto riesgo (oncogénicos o asociados al cáncer)<br />
como el 16, 18, 31 y 45 y de bajo riesgo<br />
(asociados con lesiones no cancerosas como<br />
las verrugas genitales) como los tipos 6 y 11.<br />
Aunque el uso del cribado con test de Papanicolau<br />
(PAP) ha reducido la incidencia de cáncer<br />
de cuello de útero en las últimas décadas,<br />
continúa siendo el segundo en frecuencia a<br />
nivel global en mujeres.<br />
Las vacunas se elaboran a partir de partículas<br />
no infecciosas del HPV. Hay una vacuna bivalente<br />
que cubre los subtipos de HPV que causan<br />
el 70% de los cánceres cervicales (HPV 16<br />
y 18) y una vacuna tetravalente que suma a la<br />
precedente la protección contra dos tipos que<br />
causan el 90% de las verrugas genitales.<br />
Tras distintos realizando ensayos clínicos de<br />
fases I y II para evaluar la eficacia y seguridad<br />
de vacunas contra el papilomavirus (Koutsky<br />
2002; Fife 2004; Harper 2004; Brown 2004; Poland<br />
2005; Villa 2005; Goldie 2004; Ault 2004;<br />
Harper 2004; Mahdavi 2005; Harper 2006; Mao<br />
2006; Villa 2006), se han presentado a medios<br />
de comunicación general los resultados de<br />
ensayos clínicos aleatorizados de fase III.<br />
Hay publicada un revisión reciente sobre la<br />
efectividad y seguridad de las vacunas para el<br />
papilomavirus humano, realizada por el Instituto<br />
de Efectividad Clínica y Sanitaria argentino<br />
(Pichon 2006), donde se recogen los resultados<br />
de esos estudios de fase III mencionados, y cuyas<br />
reflexiones y conclusiones reproducimos a<br />
continuación.<br />
La eficacia de la vacuna bivalente (tipos 16 y<br />
18) se ha evaluado en un Ensayo Clínico Aleatorizado<br />
de doble ciego, controlado contra<br />
placebo, en 1.113 mujeres, de 15 a 25 años, realizado<br />
en EEUU, Canadá y Brasil. El seguimiento<br />
fue de 4,5 años. La seroconversión<br />
ocurrió en 95% de las mujeres. La protección<br />
persistente contra la infección (mayor a un<br />
año) ocurrió en el 100% de las mujeres que recibieron<br />
la vacunación (IC 95%: 33,6-100). La<br />
eficacia en relación a la infección incidente<br />
(nueva infección) fue del 96,9% (IC 95%: 81,3-<br />
99,9). Más del 99% de las pacientes vacunadas<br />
sostuvieron el nivel de anticuerpos protectores<br />
por más de 4,5 años, para ambos tipos virales<br />
estudiados. No se registró ningún caso<br />
de neoplasia intraepitelial cervical (CIN) en el<br />
grupo vacuna, frente a 8 casos registrados en<br />
el grupo placebo.<br />
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