confesiones-de-un-ganster-economico-john-perkins1
confesiones-de-un-ganster-economico-john-perkins1
confesiones-de-un-ganster-economico-john-perkins1
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
elclub<strong>de</strong>lsoftware.blogspot.com<br />
para con la causa <strong>de</strong> la auto<strong>de</strong>terminación que nosotros mismos abrazamos<br />
hace doscientos años. El colonialismo estaba tan <strong>de</strong> actualidad a la vuelta <strong>de</strong>l<br />
siglo (alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l 1900) como en 1775. Es posible que la ratificación <strong>de</strong><br />
semejante tratado pueda enten<strong>de</strong>rse en el contexto <strong>de</strong> aquella época. Hoy<br />
carece ya <strong>de</strong> justificación. No ha lugar al colonialismo en 1975. Nosotros, que<br />
estamos celebrando nuestro bicentenario, <strong>de</strong>beríamos compren<strong>de</strong>rlo así y<br />
actuar en consecuencia. 3<br />
La publicación <strong>de</strong> este artículo fue <strong>un</strong>a jugada atrevida por mi parte, sobre<br />
todo porque era reciente mi nombramiento como socio <strong>de</strong> MAIN y se esperaba<br />
que los socios evitaran a la prensa y, por supuesto, se abstuvieran <strong>de</strong> publicar<br />
diatribas políticas en las páginas <strong>de</strong> opinión <strong>de</strong>l periódico más prestigioso <strong>de</strong><br />
Nueva Inglaterra. Por el correo interior recibí montones <strong>de</strong> notas hostiles, la<br />
mayoría anónimas, grapadas con recortes <strong>de</strong>l artículo. En <strong>un</strong>a <strong>de</strong> ellas reconocí<br />
con toda seguridad la letra <strong>de</strong> Charlie Illingworth. Mi primer director <strong>de</strong> proyecto<br />
llevaba diez años en MAIN y yo sólo cinco, pero a él todavía no le habían hecho<br />
socio. En <strong>un</strong> lugar <strong>de</strong>stacado <strong>de</strong> la nota había dibujado <strong>un</strong>a calavera y las tibias<br />
cruzadas. El mensaje sólo <strong>de</strong>cía: «¿De veras han hecho socio <strong>de</strong> nuestra empresa<br />
a este com<strong>un</strong>ista?»<br />
Br<strong>un</strong>o me llamó a su <strong>de</strong>spacho y dijo:<br />
— Este as<strong>un</strong>to te va a crear muchos disgustos. MAIN es <strong>un</strong>a empresa bastante<br />
conservadora. Pero quiero que sepas que tu actitud me parece muy astuta. A<br />
Torrijos le encantará, supongo que ya le habrás enviado <strong>un</strong>a copia. Bien. En<br />
cuanto a esos graciosos <strong>de</strong> nuestra oficina, los que consi<strong>de</strong>ran a Torrijos<br />
socialista, en el fondo no les importará <strong>un</strong> rábano con tal <strong>de</strong> que los contratos<br />
sigan entrando.<br />
Br<strong>un</strong>o tenía razón, como <strong>de</strong> costumbre. Estábamos ya en 1977, con Cárter en<br />
la Casa Blanca, y las negociaciones sobre el Canal iban en serio. Muchas<br />
competidoras <strong>de</strong> MAIN se habían equivocado <strong>de</strong> alianzas y no tenían nada que<br />
hacer en Panamá, mientras nosotros teníamos trabajo a manos llenas. Y yo estaba<br />
sentado en la recepción <strong>de</strong>l hotel Panamá y había acabado <strong>de</strong> leer el artículo<br />
publicado por Graham Greene en la New York Review ofBooks.<br />
El articulo, «El país con cinco fronteras», era <strong>un</strong> texto atrevido que incluía <strong>un</strong><br />
comentario sobre los casos <strong>de</strong> corrupción entre la oficialidad superior <strong>de</strong> la<br />
Guardia Nacional panameña. El autor señalaba que el mismo general había<br />
confesado la concesión <strong>de</strong> privilegios especiales a muchos <strong>de</strong> sus colaboradores,<br />
por ejemplo mejores viviendas, diciendo «si no los pago yo, lo hará la CÍA». La<br />
implicación evi<strong>de</strong>nte era que las<br />
134