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confesiones-de-un-ganster-economico-john-perkins1

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<strong>de</strong>strucción —no sólo moral, sino también física, en tanto que cultura—, a menos que<br />

realicemos sin <strong>de</strong>mora cambios significativos.<br />

El ejemplo <strong>de</strong> la <strong>de</strong>lincuencia organizada me parecía ofrecer <strong>un</strong>a metáfora. Los<br />

jefes <strong>de</strong> la mafia con frecuencia empiezan haciendo <strong>de</strong> matones callejeros. Pero, con<br />

el tiempo, los que consiguen escalar las posiciones más altas cambian <strong>de</strong> aspecto.<br />

Adoptan la costumbre <strong>de</strong> vestir impecables trajes a medida, regentan empresas legales<br />

y se ro<strong>de</strong>an <strong>de</strong> todos los atributos <strong>de</strong> la buena sociedad. Contribuyen a las<br />

organizaciones benéficas y son miembros respetados <strong>de</strong> sus com<strong>un</strong>ida<strong>de</strong>s. No tienen<br />

inconveniente en prestar dinero a las personas en apuros. Como el John Perkins<br />

<strong>de</strong>scrito en el curriculum <strong>de</strong> MAIN, aparentan ser ciudadanos modélicos. Cuando los<br />

<strong>de</strong>udores no pue<strong>de</strong>n pagar, aparecen los representantes <strong>de</strong>l gangsterismo exigiendo su<br />

parte. Si no la consiguen, intervienen los chacales con sus bates <strong>de</strong> béisbol. Y<br />

finalmente, como último recurso, hablan las pistolas.<br />

Comprendía que mi relumbrón <strong>de</strong> economista jefe y director <strong>de</strong> Estudios<br />

Económicos y Planificación Regional no era <strong>un</strong> simple engaño <strong>de</strong> ven<strong>de</strong>dor <strong>de</strong><br />

alfombras, frente al cual pue<strong>de</strong> prevenirse el comprador. Formaba parte <strong>de</strong> <strong>un</strong><br />

siniestro sistema encaminado no a burlar al <strong>de</strong>sprevenido cliente sino, más bien, a<br />

impulsar la forma <strong>de</strong> imperialismo más eficaz y más sutil que el m<strong>un</strong>do haya conocido<br />

n<strong>un</strong>ca. Todos los empleados <strong>de</strong> mi <strong>de</strong>partamento eran titulados superiores: analistas<br />

financieros, sociólogos, economistas, jefes <strong>de</strong> estudios económicos, especialistas en<br />

econometría, expertos en formación <strong>de</strong> precios y así sucesivamente. Sin embargo,<br />

ning<strong>un</strong>o <strong>de</strong> esos títulos expresaba que cada <strong>un</strong>o <strong>de</strong> ellos fuera, a su manera, <strong>un</strong><br />

gángster económico al servicio <strong>de</strong> los intereses <strong>de</strong>l imperio global.<br />

Tampoco ning<strong>un</strong>o <strong>de</strong> esos títulos informaba <strong>de</strong> que todos nosotros no éramos más<br />

que la p<strong>un</strong>ta <strong>de</strong>l iceberg. Todas las gran<strong>de</strong>s multinacionales —<strong>de</strong>s<strong>de</strong> las que ven<strong>de</strong>n<br />

zapatillas y otras prendas <strong>de</strong>portivas hasta las fabricantes <strong>de</strong> maquinaria pesada—<br />

poseía sus EHM equivalentes. La marcha había comenzado y estaba acorralando<br />

rápidamente al planeta. Los bandidos prescindían <strong>de</strong> sus cazadoras <strong>de</strong> cuero, se ponían<br />

trajes <strong>de</strong> financieros y adoptaban <strong>un</strong> aire <strong>de</strong> respetabilidad. Hombres y mujeres salían<br />

<strong>de</strong> los cuarteles generales <strong>de</strong> sus empresas en Nueva York, Chicago, San Francisco,<br />

Londres y Tokio para <strong>de</strong>splegarse por todos los continentes y convencer a los políticos<br />

corruptos <strong>de</strong> consentir que la corporatocracia cargase <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>nas a sus países —<br />

forzando con ello a sus <strong>de</strong>sesperados habitantes a ven<strong>de</strong>r sus cuerpos a los talleres<br />

clan<strong>de</strong>stinos, a las maquiladoras y a las líneas <strong>de</strong> montaje.<br />

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