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confesiones-de-un-ganster-economico-john-perkins1

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que reclamaba la justicia social y, según creían muchos entonces, <strong>un</strong> posible candidato<br />

al premio Nobel <strong>de</strong> la paz. Y había muerto. «¡Asesinado por la CÍA!», proclamaron <strong>un</strong>a<br />

vez más los titulares y los artículos <strong>de</strong> opinión.<br />

En su libro Conociendo al general, escrito a raíz <strong>de</strong> <strong>un</strong>a visita anterior durante la cual<br />

tuvimos aquella conversación en el Hotel Panamá, Graham Greene comienza así:<br />

En agosto <strong>de</strong> 1981 tenía hecho el equipaje para mi quinta visita a Panamá cuando<br />

me an<strong>un</strong>ciaron por teléfono la muerte <strong>de</strong>l general Ornar Torrijos Herrera, mi<br />

amigo y anfitrión. La avioneta en que se dirigía a su casa <strong>de</strong> Coclesito, en la<br />

región montañosa <strong>de</strong> Panamá, se estrelló y no hubo supervivientes. Pocos días<br />

<strong>de</strong>spués, la voz <strong>de</strong> su guardia <strong>de</strong> seguridad, el sargento José <strong>de</strong> Jesús Martínez,<br />

alias Chuchu, ex profesor <strong>de</strong> filosofía marxista en la Universidad <strong>de</strong> Panamá,<br />

profesor <strong>de</strong> matemáticas y poeta, me an<strong>un</strong>ciaba: «Ese avión llevaba <strong>un</strong>a bomba.<br />

Sé que iba <strong>un</strong>a bomba en el avión, pero no puedo revelar a través <strong>de</strong>l teléfono por<br />

qué lo sé». 1<br />

El m<strong>un</strong>do entero lloró la muerte <strong>de</strong> aquel hombre, que se había ganado la<br />

reputación <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensor <strong>de</strong> los pobres y <strong>de</strong>svalidos. Se alzó <strong>un</strong> clamor solicitando a<br />

Washington <strong>un</strong>a investigación sobre las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la CÍA. Pero tal cosa no iba a<br />

ocurrir. Torrijos tenía muchos enemigos y la lista incluía a gentes dueñas <strong>de</strong> <strong>un</strong> po<strong>de</strong>r<br />

inmenso. Antes <strong>de</strong> su <strong>de</strong>saparición le habían manifestado público aborrecimiento el<br />

presi<strong>de</strong>nte Reagan, el vicepresi<strong>de</strong>nte Bush, el secretario <strong>de</strong> Defensa Weinberger, la<br />

j<strong>un</strong>ta <strong>de</strong> jefes <strong>de</strong> Estado Mayor y los directores generales <strong>de</strong> muchas empresas<br />

po<strong>de</strong>rosas.<br />

Los jefes militares norteamericanos estaban especialmente irritados por los<br />

artículos <strong>de</strong>l tratado Torrijos-Cárter que les obligaban a cerrar la Escuela <strong>de</strong> las<br />

Américas y el Comando Sur especializado en la guerra tropical, lo cual les planteaba<br />

<strong>un</strong> serio problema. O se encontraba la manera <strong>de</strong> saltarse las condiciones <strong>de</strong>l tratado o<br />

tendrían que buscar otro país dispuesto a acoger aquellas instalaciones, lo que no era<br />

empresa fácil en aquellos <strong>de</strong>cenios finales <strong>de</strong>l siglo xx. Quedaba otra opción, por<br />

supuesto: eliminar a Torrijos y renegociar el tratado con el sucesor.<br />

En el m<strong>un</strong>do empresarial, Torrijos tuvo por enemigas a las gran<strong>de</strong>s<br />

multinacionales, muchas <strong>de</strong> éstas estrechamente vinculadas a políticos<br />

estado<strong>un</strong>i<strong>de</strong>nses e interesadas en la explotación <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong> obra y los recursos<br />

naturales <strong>de</strong> Latinoamérica —el petróleo, la ma<strong>de</strong>ra, el zinc, el<br />

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