confesiones-de-un-ganster-economico-john-perkins1
confesiones-de-un-ganster-economico-john-perkins1
confesiones-de-un-ganster-economico-john-perkins1
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
elclub<strong>de</strong>lsoftware.blogspot.com<br />
sellos oficiales <strong>de</strong> los diplomas y certificados que vemos encuadrados en los<br />
consultorios <strong>de</strong> los médicos y <strong>de</strong> los abogados.<br />
Aquellos documentos me retrataban como a <strong>un</strong> economista muy competente, jefe<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>partamento en <strong>un</strong>a consultoría prestigiosa, y que viajaba por todo el m<strong>un</strong>do para<br />
realizar <strong>un</strong>a amplia gama <strong>de</strong> estudios gracias a los cuales el planeta se convertiría en<br />
<strong>un</strong> lugar más civilizado y próspero. El engaño no estaba en lo que <strong>de</strong>cían, sino en lo<br />
que callaban. Mirado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> fuera, es <strong>de</strong>cir, objetivamente, me era forzoso confesar que<br />
tales omisiones planteaban muchas interrogantes.<br />
No se mencionaba, por ejemplo, mi reclutamiento por la NSA ni la vinculación <strong>de</strong><br />
Einar Greve con los militares ni su f<strong>un</strong>ción <strong>de</strong> enlace con la NSA. Como es evi<strong>de</strong>nte,<br />
tampoco mencionaban las tremendas presiones a que yo estaba sometido para que<br />
inflase las predicciones económicas, ni que la mayor parte <strong>de</strong> mi trabajo servía para<br />
facilitar la concesión <strong>de</strong> créditos enormes que países como Indonesia y Panamá jamás<br />
podrían <strong>de</strong>volver. No se incluía ningún elogio a la integridad <strong>de</strong> mi pre<strong>de</strong>cesor,<br />
Howard Parker. Tampoco, evi<strong>de</strong>ntemente, ning<strong>un</strong>a mención al hecho <strong>de</strong> que fui jefe<br />
<strong>de</strong> previsión <strong>de</strong> carga gracias a mi disposición para suministrar los estudios<br />
ten<strong>de</strong>nciosos que necesitaban mis jefes, en vez <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir lo que creyese verda<strong>de</strong>ro,<br />
como Howard, y hacerme <strong>de</strong>spedir. Pero lo más sorpren<strong>de</strong>nte era la última anotación<br />
en la lista <strong>de</strong> mis clientes: U. S. Treasury Department, Kingdom of Saudi Arabia.<br />
Una y otra vez releía esa línea misteriosa. Me preg<strong>un</strong>taba cómo lo interpretaría la<br />
gente. Habría quien se interrogaría por la relación entre el Departamento <strong>de</strong>l Tesoro<br />
estado<strong>un</strong>i<strong>de</strong>nse y el reino <strong>de</strong> Arabia Saudí. Otros supondrían <strong>un</strong>a errata tipográfica:<br />
dos líneas diferentes, conf<strong>un</strong>didas en <strong>un</strong>a por la omisión <strong>de</strong> <strong>un</strong> p<strong>un</strong>to y aparte. Pocos<br />
lectores acertarían con la verdad: que figuraba escrito así por <strong>un</strong>a razón concreta. En el<br />
m<strong>un</strong>do en don<strong>de</strong> yo me movía, los que formaban parte <strong>de</strong> este círculo enten<strong>de</strong>rían que<br />
yo había participado en el equipo que gestionó el tratado <strong>de</strong>l siglo, el tratado que<br />
cambió el rumbo <strong>de</strong> la historia pero que n<strong>un</strong>ca asomó a las páginas <strong>de</strong> los periódicos.<br />
Yo había ayudado a crear el acuerdo que garantizó la continuidad <strong>de</strong> los suministros<br />
<strong>de</strong> petróleo para Estados Unidos, salvaguardó la dominación <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> Saud y.<br />
contribuyó a la financiación <strong>de</strong> Osama bin La<strong>de</strong>n y a la protección <strong>de</strong> <strong>de</strong>lincuentes<br />
internacionales como ldi Amin en Uganda. Aquella línea <strong>de</strong> mi curriculum estaba<br />
escrita para los enterados. Decía que el economista jefe <strong>de</strong> MAIN era <strong>un</strong> hombre que<br />
hacía honor a los encargos recibidos.<br />
El último párrafo <strong>de</strong>l artículo publicado por Mainlines era <strong>un</strong>a observación<br />
personal <strong>de</strong> la autora y ponía el <strong>de</strong>do en la llaga:<br />
166