confesiones-de-un-ganster-economico-john-perkins1
confesiones-de-un-ganster-economico-john-perkins1
confesiones-de-un-ganster-economico-john-perkins1
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
elclub<strong>de</strong>lsoftware.blogspot.com<br />
24<br />
El presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Ecuador contra las gran<strong>de</strong>s<br />
petroleras<br />
M<br />
i trabajo en Colombia y en Panamá me proporcionaba muchas oport<strong>un</strong>ida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />
visitar y permanecer en contacto con el primer país extranjero que me sirvió <strong>de</strong><br />
hogar fuera <strong>de</strong> casa. Ecuador había sufrido <strong>un</strong>a larga serie <strong>de</strong> dictaduras y <strong>de</strong><br />
oligarquías <strong>de</strong> extrema <strong>de</strong>recha manipuladas por los intereses políticos y comerciales<br />
<strong>de</strong> Estados Unidos. En cierto modo, el país era la república bananera quintaesencia! y<br />
allí la corporatocracia tenía mucho terreno conquistado.<br />
La explotación petrolera <strong>de</strong> la Amazonia ecuatoriana comenzó en serio hacia finales<br />
<strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 1960 y produjo <strong>un</strong>a fiebre compradora. De resultas <strong>de</strong> ella, el reducido<br />
club <strong>de</strong> las familias dueñas <strong>de</strong>l país quedó en manos <strong>de</strong> la banca internacional. Habían<br />
arrojado sobre Ecuador <strong>un</strong> en<strong>de</strong>udamiento enorme, confiando en la promesa <strong>de</strong> los<br />
beneficios <strong>de</strong>l petróleo. El país se llenó <strong>de</strong> carreteras, <strong>de</strong> parques industriales, <strong>de</strong><br />
embalses hidroeléctricos, <strong>de</strong> sistemas <strong>de</strong> transporte y distribución y todavía<br />
proliferaban los proyectos <strong>de</strong> más centrales generadoras. Una vez más, la verda<strong>de</strong>ra<br />
mina era la que encontraron las empresas <strong>de</strong> ingeniería y las constructoras.<br />
Un hombre cuya estrella empezaba a ascen<strong>de</strong>r sobre el país andino constituía <strong>un</strong>a<br />
excepción a esa regla <strong>de</strong> la corrupción política y la complicidad con la<br />
corporatocracia. Cerca <strong>de</strong> cumplir los cuarenta años, abogado y profesor <strong>un</strong>iversitario,<br />
Jaime Roídos tenía carisma y don <strong>de</strong> gentes. Tuve ocasión <strong>de</strong> tratarlo varias veces y en<br />
<strong>un</strong>a <strong>de</strong> éstas, llevado por mi entusiasmo, me ofrecí como asesor gratuito y dispuesto a<br />
tomar el avión para Quito siempre que hiciese falta. En parte, lo dije en broma, pero<br />
no me habría importado hacerlo durante mis vacaciones, porque simpatizaba con él.<br />
Para mí cualquier excusa era buena con tal <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r visitar su país, y así se lo dije. Él<br />
rió y contestó en los mismos términos, ofreciéndome su asistencia profesional siempre<br />
que me viese en la necesidad <strong>de</strong> negociar la factura <strong>de</strong>l petróleo.<br />
171