confesiones-de-un-ganster-economico-john-perkins1
confesiones-de-un-ganster-economico-john-perkins1
confesiones-de-un-ganster-economico-john-perkins1
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
elclub<strong>de</strong>lsoftware.blogspot.com<br />
recursos a familias golpeadas por la enfermedad o las catástrofes. 3<br />
Su amor a la vida y su compasión con la gente traspasaron las fronteras <strong>de</strong><br />
Panamá. Por iniciativa <strong>de</strong> Torrijos, el país se convirtió en refugio <strong>de</strong> perseguidos<br />
y concedió asilo a los exiliados <strong>de</strong> los dos bandos <strong>de</strong>l espectro político, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
izquierdistas <strong>de</strong> la oposición chilena contra Pinochet hasta prófugos <strong>de</strong> la<br />
guerrilla anticastrista. Muchos lo consi<strong>de</strong>raban <strong>un</strong> agente <strong>de</strong> la paz y esa<br />
percepción le valió los elogios <strong>de</strong> todo el hemisferio. También adquirió prestigio<br />
como dirigente capaz <strong>de</strong> salvar las diferencias que <strong>de</strong>strozaban a tantos otros<br />
países latinoamericanos, como Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua,<br />
Cuba, Colombia, Perú, Argentina, Chile y Paraguay. Su pequeño país <strong>de</strong> dos<br />
millones <strong>de</strong> habitantes pasaba por ser <strong>un</strong> mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> reforma social y <strong>un</strong>a<br />
inspiración para lí<strong>de</strong>res tan diversos como los dirigentes obreros que tramaban el<br />
<strong>de</strong>smembramiento <strong>de</strong> la Unión Soviética y los militantes islámicos como el libio<br />
Moammar al-Gaddafi. 4<br />
Aquella primera noche en Panamá, <strong>de</strong>tenidos frente al semáforo y mirando<br />
más allá <strong>de</strong> las ruidosas escobillas <strong>de</strong>l limpiaparabrisas, me impresionó el hombre<br />
que sonreía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cartel: apuesto, carismático y valeroso. Por las horas pasadas<br />
en la biblioteca yo sabía que había hecho honor a sus convicciones. Por primera<br />
vez en su historia, Panamá no era <strong>un</strong> Estado títere <strong>de</strong> Washington ni <strong>de</strong> nadie.<br />
Torrijos n<strong>un</strong>ca cedió a las tentaciones ofrecidas por Moscú o Pekín. Creía en la<br />
reforma social y en ayudar a los nacidos en la pobreza, pero no era partidario <strong>de</strong>l<br />
com<strong>un</strong>ismo. A diferencia <strong>de</strong> Castro, estaba <strong>de</strong>cidido a in<strong>de</strong>pendizarse <strong>de</strong> la tutela<br />
estado<strong>un</strong>i<strong>de</strong>nse sin entrar en alianzas con los enemigos <strong>de</strong> Estados Unidos.<br />
En algún periódico <strong>de</strong> la hemeroteca me había tropezado con <strong>un</strong> artículo que<br />
elogiaba a Torrijos como el hombre que cambiaría la historia <strong>de</strong> las Américas<br />
invirtiendo la tradicional ten<strong>de</strong>ncia a la hegemonía estado<strong>un</strong>i<strong>de</strong>nse. En cuanto a<br />
ésta, el autor situaba sus orígenes en la doctrina <strong>de</strong>l «Destino Manifiesto». Es<br />
<strong>de</strong>cir, la creencia —muy dif<strong>un</strong>dida hacia 1840 entre los estado<strong>un</strong>i<strong>de</strong>nses — <strong>de</strong> que<br />
la conquista <strong>de</strong> las tierras norteamericanas obe<strong>de</strong>cía a <strong>un</strong> <strong>de</strong>signio divino. Era<br />
Dios, por tanto, y no el hombre, quien había dispuesto el exterminio <strong>de</strong> los<br />
indios, <strong>de</strong> los bosques y <strong>de</strong> los bisontes, la <strong>de</strong>secación <strong>de</strong> los pantanos, la<br />
canalización <strong>de</strong> los ríos y la imposición <strong>de</strong> <strong>un</strong> sistema económico que requería la<br />
explotación incesante <strong>de</strong>l trabajo y <strong>de</strong> los recursos naturales.<br />
Este artículo me llevó a <strong>un</strong>a serie <strong>de</strong> reflexiones sobre las actitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> mi país<br />
frente al m<strong>un</strong>do. La doctrina Monroe <strong>de</strong> 1823, así llamada por su atribución al<br />
presi<strong>de</strong>nte James Monroe, se aplicó a la generalización <strong>de</strong>l<br />
87