13.04.2015 Views

confesiones-de-un-ganster-economico-john-perkins1

confesiones-de-un-ganster-economico-john-perkins1

confesiones-de-un-ganster-economico-john-perkins1

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

elclub<strong>de</strong>lsoftware.blogspot.com<br />

20<br />

La caída <strong>de</strong> <strong>un</strong> rey<br />

U<br />

na tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> 1978 estaba solo, sentado en el lujoso bar adosado a la<br />

recepción <strong>de</strong>l hotel Intercontinental <strong>de</strong> Teherán, cuando noté que alguien<br />

me tocaba la espalda. Me volví. Era <strong>un</strong> iraní corpulento, en traje occi<strong>de</strong>ntal.<br />

—¡John Perkins! ¿No me reconoces?<br />

—El ex futbolista había engordado muchos kilos, pero su voz era<br />

inconf<strong>un</strong>dible. Se trataba <strong>de</strong> Farhad, mi amigo <strong>de</strong> los tiempos <strong>de</strong> Middlebury.<br />

Hacía más <strong>de</strong> diez años que no nos veíamos. Nos abrazamos y fuimos a<br />

sentarnos a <strong>un</strong>a mesa. Enseguida resultó evi<strong>de</strong>nte que él lo* sabía todo acerca<br />

<strong>de</strong> mí y <strong>de</strong> mi trabajo, y no menos evi<strong>de</strong>nte que no iba a <strong>de</strong>jar que trasluciera<br />

<strong>de</strong>masiado <strong>de</strong>l suyo.<br />

—Vayamos al grano —dijo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> pedir la seg<strong>un</strong>da ronda <strong>de</strong><br />

cervezas—. Mañana me voy a Roma, don<strong>de</strong> viven mis padres. Tengo pasaje<br />

para ti en el mismo vuelo. Aquí las cosas van a ponerse muy feas. Es mejor<br />

que te marches.<br />

Y me dio <strong>un</strong> billete <strong>de</strong> avión. Ni se me ocurrió poner en duda sus palabras.<br />

Llegados a Roma, cenamos en casa <strong>de</strong> los padres <strong>de</strong> Farhad. Su padre, <strong>un</strong><br />

general iraní retirado que en <strong>un</strong>a ocasión se interpuso en la trayectoria <strong>de</strong> <strong>un</strong>a<br />

bala para evitar que el sha muriese en <strong>un</strong> atentado, estaba muy <strong>de</strong>sengañado<br />

con su ex jefe. Dijo que en los últimos años el soberano había revelado su<br />

auténtica manera <strong>de</strong> ser, su arrogancia y su codicia. Según el general, la<br />

política estado<strong>un</strong>i<strong>de</strong>nse —en especial el apoyo incondicional a Israel, a los<br />

lí<strong>de</strong>res corruptos y a los gobiernos <strong>de</strong>spóticos— era la causa <strong>de</strong>l odio que<br />

in<strong>un</strong>daba Oriente Próximo. Predijo que la caída <strong>de</strong>l sha era cuestión <strong>de</strong> meses.<br />

— Uste<strong>de</strong>s sembraron la semilla <strong>de</strong> esta rebelión a comienzos <strong>de</strong> los<br />

años cincuenta, ¿sabe? Cuando <strong>de</strong>rribaron a Mosad<strong>de</strong>q. Eso les pareció<br />

muy hábil entonces... y a mí también. Pero ahora las consecuencias caerán<br />

sobre uste<strong>de</strong>s, mejor dicho sobre todos nosotros. 1<br />

Quedé atónito ante estos pron<strong>un</strong>ciamientos. Algo parecido me habían<br />

147

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!