confesiones-de-un-ganster-economico-john-perkins1
confesiones-de-un-ganster-economico-john-perkins1
confesiones-de-un-ganster-economico-john-perkins1
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
elclub<strong>de</strong>lsoftware.blogspot.com<br />
oligarquía pre-Torrijos, títere <strong>de</strong> Estados Unidos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que Panamá fue segregado <strong>de</strong><br />
Colombia hasta que Torrijos accedió al po<strong>de</strong>r. El nuevo tratado <strong>de</strong>l Canal quedaba<br />
con<strong>de</strong>nado a la irrelevancia puesto que, <strong>de</strong>facto, Washington recuperaba el control <strong>de</strong><br />
esa vía marítima dijeran lo que dijeran los documentos oficiales.<br />
Mientras reflexionaba sobre estos inci<strong>de</strong>ntes y sobre todo lo que había<br />
experimentado durante mi trabajo en MAIN, sin darme cuenta iba repitiéndome las<br />
mismas preg<strong>un</strong>tas <strong>un</strong>a y otra vez: ¿Cuántas <strong>de</strong>cisiones, incluidas las <strong>de</strong> gran<br />
trascen<strong>de</strong>ncia histórica que afectan a millones <strong>de</strong> personas, van a cargo <strong>de</strong> hombres y<br />
mujeres movidos por afanes personales, en lugar <strong>de</strong> por el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> hacer lo que es<br />
justo? ¿Cuántos <strong>de</strong> nuestros altos f<strong>un</strong>cionarios actúan a impulsos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo <strong>de</strong><br />
enriquecimiento personal, en lugar <strong>de</strong> por el interés público? ¿Cuántas guerras habrán<br />
estallado sólo porque <strong>un</strong> presi<strong>de</strong>nte no quiere que sus conciudadanosle tengan por <strong>un</strong><br />
«pelele»?<br />
Pese a lo prometido durante mi conversación con el presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> SWEC, mi<br />
contrariedad y mis sensaciones <strong>de</strong> impotencia ante la invasión <strong>de</strong> Panamá me indujeron<br />
a reanudar el trabajo con mi libro, salvo que esta vez <strong>de</strong>cidí centrarme en Torrijos. Veía<br />
en su caso <strong>un</strong>a posibilidad para exponer muchas <strong>de</strong> las injusticias que agobian a nuestro<br />
m<strong>un</strong>do, así como <strong>un</strong>a manera <strong>de</strong> librarme <strong>de</strong> mis remordimientos. Esta vez, no<br />
obstante, preferí guardar reserva sobre lo que estaba haciendo, en lugar <strong>de</strong> pedir<br />
consejos a los amigos y los colegas.<br />
Mientras me documentaba para el libro quedé consternado al comprobar la<br />
dimensión <strong>de</strong> lo realizado por nosotros, los gángsteres económicos, en tantos lugares<br />
diferentes. Intentaba concentrarme en alg<strong>un</strong>os <strong>de</strong> los casos más notables, pero la lista<br />
<strong>de</strong> los países en don<strong>de</strong> yo había trabajado y que habían quedado peor que antes era<br />
asombrosa. Al mismo tiempo quedé horrorizado por el alcance <strong>de</strong> mi propia<br />
corrupción. Pese a mis muchos exámenes <strong>de</strong> conciencia, sólo ahora comprendía que<br />
mientras estuve enfrascado en mis activida<strong>de</strong>s cotidianas no había alcanzado a ver la<br />
perspectiva general. De modo que cuando estuve en Indonesia cavilaba sobre los temas<br />
que discutíamos Howard Parker y yo, o los que me planteaban los jóvenes amigos <strong>de</strong><br />
Rasy. Cuando trabajé en Panamá me afectaron las implicaciones <strong>de</strong> lo que veía en los<br />
barrios <strong>de</strong>gradados que me mostraba Fi<strong>de</strong>l, la zona <strong>de</strong>l Canal y la discoteca. En Irán<br />
fue inmenso el trastorno que me produjeron mis entrevistas con Yarnin y con Doc.<br />
Pero ahora, al re<strong>un</strong>irlo todo en <strong>un</strong> libro, alcanzaba por primera vez <strong>un</strong>a visión <strong>de</strong><br />
conj<strong>un</strong>to y entendía cómo había sido fácil pasar por alto el panorama general y, por<br />
consiguiente, que se me escapase el<br />
213