confesiones-de-un-ganster-economico-john-perkins1
confesiones-de-un-ganster-economico-john-perkins1
confesiones-de-un-ganster-economico-john-perkins1
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
elclub<strong>de</strong>lsoftware.blogspot.com<br />
verda<strong>de</strong>ro significado <strong>de</strong> mis actos.<br />
Explicado así, todo parece muy sencillo y evi<strong>de</strong>nte. Sin embargo, la naturaleza <strong>de</strong><br />
tales experiencias tenía <strong>un</strong> carácter insidioso que me recuerda la vivencia <strong>de</strong>l soldado.<br />
Ingenuo al principio, quizá se cuestiona alg<strong>un</strong>a vez la moralidad <strong>de</strong> matar a otros seres<br />
humanos, pero lo que más le ocupa es su propio miedo, la necesidad <strong>de</strong> sobrevivir. La<br />
primera vez que mata a <strong>un</strong> enemigo, las emociones le abruman. Tal vez se le ocurrirá<br />
pensar en la familia <strong>de</strong> ese muerto y experimentará algún arrepentimiento. Pero<br />
conforme pasa el tiempo y él va tomando parte en más batallas, y matando más gente,<br />
el soldado se curte. Se ha convertido en <strong>un</strong> profesional. Yo también fui <strong>un</strong> soldado<br />
profesional. Al admitirlo así, quedó abierta la puerta a <strong>un</strong>a mejor comprensión <strong>de</strong>l<br />
proceso por el cual se perpetran crímenes y se construyen imperios. Ahora comprendía<br />
cómo era posible que se cometiesen tantas atrocida<strong>de</strong>s. Cómo, por ejemplo, <strong>un</strong>os<br />
buenos padres <strong>de</strong> familia iraníes entraron a trabajar en la brutal policía secreta <strong>de</strong>l sha,<br />
cómo <strong>un</strong>os buenos alemanes obe<strong>de</strong>cieron las ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> Hitler o cómo <strong>un</strong>os honrados<br />
estado<strong>un</strong>i<strong>de</strong>nses bombar<strong>de</strong>aron la capital <strong>de</strong> Panamá.<br />
En tanto que gángster económico, yo jamás había cobrado directamente <strong>de</strong> la NSA<br />
ni <strong>de</strong> ningún otro organismo estatal. Mi salario me lo pagaba MAIN. Yo era <strong>un</strong><br />
ciudadano particular, empleado <strong>de</strong> <strong>un</strong>a corporación privada. Al enten<strong>de</strong>rlo así pu<strong>de</strong><br />
ver clara la figura emergente <strong>de</strong>l «ejecutivo corporativo convertido en gángster<br />
económico». Un nuevo tipo <strong>de</strong> soldado aparecía en el escenario m<strong>un</strong>dial y se<br />
insensibilizaba, con la práctica, ante sus propios actos. Escribí entonces:<br />
Hoy esos hombres y mujeres van a Tailandia, a Filipinas, a Botswana, a<br />
Bolivia y a cualquier parte don<strong>de</strong> esperan encontrar gentes que necesitan con<br />
<strong>de</strong>sesperación <strong>un</strong> trabajo. Van a esos países con la intención <strong>de</strong>liberada <strong>de</strong> explotar<br />
a los <strong>de</strong>sdichados, a seres que tienen hijos <strong>de</strong>snutridos o famélicos, que viven en<br />
barrios <strong>de</strong> chabolas y que han perdido toda esperanza <strong>de</strong> <strong>un</strong>a vida mejor; que<br />
incluso han <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> soñar en <strong>un</strong> futuro. Esos hombres y mujeres salen <strong>de</strong> sus<br />
fastuosos <strong>de</strong>spachos <strong>de</strong> Manhattan, <strong>de</strong> San Francisco o <strong>de</strong> Chicago, se <strong>de</strong>splazan<br />
entre los continentes y los océanos en lujosos jets, se alojan en hoteles <strong>de</strong> primera<br />
categoría y se agasajan en los mejores restaurantes que esos países puedan ofrecer.<br />
Luego salen a buscar gente <strong>de</strong>sesperada.<br />
Son los negreros <strong>de</strong> nuestra época. Pero ya no tienen necesidad <strong>de</strong> aventurarse<br />
en las selvas <strong>de</strong> África en busca <strong>de</strong> ejemplares robustos<br />
214