13.04.2015 Views

confesiones-de-un-ganster-economico-john-perkins1

confesiones-de-un-ganster-economico-john-perkins1

confesiones-de-un-ganster-economico-john-perkins1

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

elclub<strong>de</strong>lsoftware.blogspot.com<br />

26<br />

Ecuador: muere <strong>un</strong> presi<strong>de</strong>nte<br />

N<br />

o fue fácil <strong>de</strong>jar MAIN. Paul Priddy no quiso tomarme en serio. —La típica<br />

inocentada, ¿no?* —y me guiñó <strong>un</strong> ojo.<br />

Le aseguré que iba en serio. Recordé el consejo <strong>de</strong> Paula: que no me enfrentase con<br />

nadie y que no diese pie a sospechas <strong>de</strong> posible indiscreción en cuanto a mi trabajo<br />

como gángster económico. Hice mucho hincapié en que agra<strong>de</strong>cía todo lo que MAIN<br />

había hecho por mí. Pero que necesitaba cambiar <strong>de</strong> ambiente. Que siempre había<br />

sentido el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> escribir sobre los pueblos <strong>de</strong>l m<strong>un</strong>do que pu<strong>de</strong> conocer gracias a<br />

MAIN. Nada político, naturalmente. Colaboraciones para National Geographic y otras<br />

revistas, sobre todo para po<strong>de</strong>r seguir viajando. Declaré mi lealtad a la compañía y<br />

juré que haría elogio <strong>de</strong> ella a la menor oport<strong>un</strong>idad. Finalmente Paul cedió.<br />

Después <strong>de</strong> eso, cuantos hablaban conmigo intentaban disuadirme. Se me recordó<br />

muchas veces lo bien que estaba allí y alg<strong>un</strong>os preg<strong>un</strong>taron si me había vuelto loco.<br />

Finalmente comprendí que, al menos en parte, nadie <strong>de</strong>seaba admitir el hecho <strong>de</strong> que<br />

me iba por <strong>de</strong>cisión propia, porque eso los cuestionaba a ellos mismos. Si yo, que me<br />

iba, no estaba loco, entonces ellos tendrían que plantearse si obraban con cordura<br />

quedándose. Resultaba más cómodo concluir que yo era el que no estaba en sus<br />

cabales.<br />

Especialmente dolorosa fue la reacción <strong>de</strong> mis colaboradores. Para ellos, yo los<br />

<strong>de</strong>jaba en la estacada y sin <strong>un</strong> sucesor claro. Pero lo tenía <strong>de</strong>cidido. Después <strong>de</strong> tantos<br />

años <strong>de</strong> vacilaciones, había <strong>de</strong>cidido hacer borrón y cuenta nueva.<br />

Por <strong>de</strong>sgracia las cosas no salieron así. Había <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> trabajar para ellos, eso era<br />

cierto, pero en aquel momento todavía me quedaba mucho para ser <strong>un</strong> socio <strong>de</strong> pleno<br />

<strong>de</strong>recho, la realización <strong>de</strong> mis acciones no daba lo suficiente para jubilarme. Si<br />

hubiera retrasado mi marcha alg<strong>un</strong>os años<br />

En Estados Unidos, como en Gran Bretaña, el equivalente al día <strong>de</strong> los Santos Inocentes se<br />

celebra el 1 <strong>de</strong> abril. (N. <strong>de</strong>l E.)<br />

185

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!