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int encuentro 21-22 A - cubaencuentro.com

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Los aplausos al terrorismouniversal, y no político», me señaló José Miguel Vivanco, un alto funcionario de la organizaciónHuman Rights Watch. «Se trata de una causa que debe beneficiar a todos: unono debería tener menos derechos humanos por ser banquero que por ser obrero, yviceversa».Por suerte, Horacio Verbitsky, un conocido periodista de izquierda y presidente delCentro de Estudios Legales y Sociales, un grupo de derechos humanos argentino, salióinmediatamente a refutar las declaraciones de De Bonafini en un artículo en el periódicoopositor Página/12 y entrevistas con varias radios.«La gente que dice esas cosas son lisiados morales», me señaló Verbitsky. «Reflejan unsector extraviado, que no es representativo de la izquierda argentina ni latinoamericana».Es probable que así sea. Aunque Verbitsky y otras figuras de izquierda se oponen alos bombardeos de Estados Unidos en Afganistán —al igual que un 75 por ciento de losargentinos, según una encuesta Gallup publicada por el diario La Nación— todos conquienes hablé me señalaron que la matanza del 11 de septiembre fue moralmenterepugnante.La «alegría» de De Bonafini debería dar lugar a un debate sobre si grupos de derechoshumanos que solo ven violaciones de un lado del espectro político deberían sertomados seriamente por sus pares, y por nosotros, en la prensa.Muchos de estos grupos critican a la represión de la derecha —lo que me parecemuy bien— pero no abren la boca cuando los guerrilleros de las Fuerzas ArmadasRevolucionarias de Colombia (farc) asesinan a una ex ministra de Cultura, <strong>com</strong>o ocurrióel mes pasado, o cuando Cuba condena a prisión a un periodista independiente.Sería bueno que grupos <strong>int</strong>ernacionales de derechos humanos, <strong>com</strong>o AmnistíaInternacional y Human Rights Watch, formen una coalición mundial que solo admita aquienes condenen las violaciones a los derechos humanos de cualquier procedenciapolítica.De otra manera, los grupos que tienen una agenda ideológica y solo ven violacionesen un lado del espectro político —o que aplauden una matanza de civiles— seguirántergiversando impunemente la causa de los derechos humanos.Tomado de El Nuevo Herald, lunes,15 de octubre de 2001textual155<strong>encuentro</strong>

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