11.07.2015 Views

FLORES PARA ALGERNON - Facultad de Psicología

FLORES PARA ALGERNON - Facultad de Psicología

FLORES PARA ALGERNON - Facultad de Psicología

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—No tengo ninguna obligación. Mamá dice que estoy obligada a jugar con él y noquiero.—Cuidado con lo que dices, jovencita —Matt se levanta <strong>de</strong> su silla y se acerca a ella—.Pí<strong>de</strong>le perdón a tu hermano.—No tengo por qué hacerlo —gruñe, corriendo <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la silla <strong>de</strong> su madre—. Escomo un crío. No sabe jugar al Monopoly, ni a las damas, ni a nada... todo lo entien<strong>de</strong> alrevés. No quiero jugar más con él.—¡Entonces vete a tu habitación!—¿Me compraréis un perrito, mamá?Matt da un puñetazo sobre la mesa.—No habrá ningún perro en esta casa mientras mantengas esta actitud, jovencita.—Yo le prometí un perro si sacaba buenas notas en la escuela...—¡Uno castaño y con manchas blancas! —aña<strong>de</strong> Norma.Matt señala a Charlie, junto a la pared.—Tal vez hayas olvidado que le dijiste a tu hijo que no podía tener ningún perro porqueno teníamos sitio ni a nadie que se ocupara <strong>de</strong> él. ¿Recuerdas? Cuando pidió un perro,¿recuerdas lo que dijiste?—Pero yo misma me ocuparé <strong>de</strong> mi perro —insiste Norma—. Le daré <strong>de</strong> comer, y lolavaré, y lo sacaré a pasear...Charlie, que se había mantenido junto a la mesa, jugando con su gran botón rojo atadoal extremo <strong>de</strong> un hilo exclama <strong>de</strong> pronto:—¡Yo la ayudaré a cuidar <strong>de</strong>l perro! ¡Yo la ayudaré a darle <strong>de</strong> comer, y a cepillarlo, y lo<strong>de</strong>fen<strong>de</strong>ré para que los <strong>de</strong>más perros no lo muerdan!Pero antes <strong>de</strong> que Matt o Rose puedan respon<strong>de</strong>r, Norma estalla:—¡No! ¡Será mi perro! ¡Exclusivamente mío!Matt inclina la cabeza.—¿Lo ves?Rose se sienta cerca <strong>de</strong> su hija y le acaricia las trenzas para calmarla.—Vamos, hay que compartir las cosas, querida. Charlie pue<strong>de</strong> ayudarte a cuidar...—¡No! ¡Será mío, sólo mío!... ¡Soy yo quien ha sacado una A en historia, no él! El noha conseguido nunca buenas notas como yo. ¿Por qué tiene que ayudarme a cuidar <strong>de</strong>mi perro? Luego el perro lo querrá a él más que a mí y ya no será mi perro sino su perro.¡No! Si no puedo tener un perro para mí sola no lo quiero.—Bueno, ya está todo solucionado —dice Matt, volviendo a tomar su periódico ysentándose—. No habrá perro.Bruscamente, Norma salta <strong>de</strong>l sofá, toma la prueba <strong>de</strong> historia que ha traído tanorgullosamente a casa hace apenas unos instantes, la rompe en mil pedazos y arrojaestos a la cara <strong>de</strong> Charlie.—¡Te odio! ¡Te odio!—¡Norma, quieta ahora mismo! —Rose la sujeta, pero ella se libra <strong>de</strong> sus manos.—¡Y odio la escuela! ¡La odio! No estudiaré más, me volveré tan estúpida como él.Olvidaré todo lo que he aprendido y seré exactamente como él. —Se precipita fuera <strong>de</strong> lahabitación gritando—: ¡Comienzo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora mismo: lo olvido todo... todo... ya norecuerdo nada <strong>de</strong> lo que he aprendido!Rose, asustada, corre tras ella. Matt se queda sentado, mirando fijamente el periódicosobre sus rodillas. Charlie, aterrado por aquella crisis <strong>de</strong> cólera y <strong>de</strong> gritos, se hun<strong>de</strong> enuna silla y gime suavemente. ¿Qué es lo que ha hecho mal esta vez? Y, sintiendo lahumedad en su pantalón y notándola resbalar a lo largo <strong>de</strong> su pierna, se queda allá,esperando la bofetada que sabe va a recibir cuando vuelva su madre.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!