11.07.2015 Views

FLORES PARA ALGERNON - Facultad de Psicología

FLORES PARA ALGERNON - Facultad de Psicología

FLORES PARA ALGERNON - Facultad de Psicología

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Leroy la tomó <strong>de</strong>l brazo para evitar que diera <strong>de</strong> bruces contra la pared. Me miró,incómodo, y murmuró algunas cosas inconcretas.—Encontré a Leroy en el Stardust Ballroom —explicó—. Es un bailarín formidable. —Hizo a<strong>de</strong>mán <strong>de</strong> entrar en su casa, y <strong>de</strong>spués apartó al hombre—. Hey —exclamó—,¿por qué no invitamos a Charlie a que beba con nosotros? Será una pequeña fiesta.Leroy no encontró acertada la i<strong>de</strong>a.Formulé una vaga excusa y les <strong>de</strong>jé. Tras la puerta cerrada, les oí reír mientrasentraban en su casa y, cuando intenté leer, las imágenes no <strong>de</strong>jaron <strong>de</strong> asaltar mi mente:una gran cama blanca... sábanas limpias, y los dos uno en brazos <strong>de</strong>l otro.Hubiera querido telefonear a Alice, pero no lo hice. ¿Por qué torturarme? Ni siquierapodía representarme el rostro <strong>de</strong> Alice. Podía imaginar a Fay, vestida o <strong>de</strong>snuda, avoluntad, con sus brillantes ojos azules y sus cabellos rubios trenzados y arrolladosalre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> su cabeza como si fueran una corona. Fay era nítida, mientras que Aliceestaba envuelta en bruma.Una hora <strong>de</strong>spués sonaron gritos en el apartamento <strong>de</strong> Fay y luego el ruido <strong>de</strong> objetosrotos. Pero en el mismo momento en que me levantaba para acudir por si necesitaba miayuda se oyó un portazo y Leroy se marchó lanzando juramentos. Unos minutos mástar<strong>de</strong> oí golpear suavemente la ventana <strong>de</strong> mi salón. Estaba abierta, y Fay se <strong>de</strong>slizó alinterior y se sentó en el alféizar, con su kimono <strong>de</strong> seda negra <strong>de</strong>jando ver sus esbeltaspiernas.—Hola —musitó—. ¿Tienes un cigarrillo?Le tendí uno y <strong>de</strong>scendió <strong>de</strong> la ventana al sofá.—¡Huau! —resopló—. Generalmente puedo <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rme sola, pero hay tipos taninsistentes que lo único que puedo hacer con ellos es mantenerlos a distancia.—¡Oh! —dije—, así que lo habías traído aquí para mantenerlo a distancia.Notó el tono <strong>de</strong> mi voz, y me echó una penetrante mirada.—¿No lo apruebas?—No tengo el menor <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>saprobarlo. Pero si pescas a un tipo en un baile, lomenos que pue<strong>de</strong>s esperar es que te haga proposiciones. Tiene <strong>de</strong>recho a probartambién su suerte.Sacudió la cabeza.—Voy al Stardust Ballroom porque me gusta bailar, y no veo por qué, si <strong>de</strong>jo a algúnchico acompañarme hasta casa, tengo que acostarme con él. Supongo que no pensarásque me he acostado con él, ¿no?La imagen que me había formado <strong>de</strong> ellos dos abrazados subió a la superficie comouna pompa <strong>de</strong> jabón.—Pero si el chico hubieras sido tú —añadió—, la cosa hubiera sido distinta.—¿Qué quieres <strong>de</strong>cir?—Sólo lo que he dicho. Si me lo pidieras, tendría mucho gusto en irme a la camacontigo.Intenté mantener mi compostura.—Gracias —dije—. Lo tendré en cuenta. ¿Te apetece un poco <strong>de</strong> café?—Charlie, no acabo <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>rte. La mayoría <strong>de</strong> los hombres me encuentran<strong>de</strong>seable o no, y yo lo sé en seguida. Pero me atrevería a <strong>de</strong>cir que tú tienes miedo <strong>de</strong> mí.No serás homosexual, ¿verdad?—¡Infiernos, no!—Quiero <strong>de</strong>cir que si lo eres no tienes por qué ocultármelo, porque entoncessimplemente seríamos buenos amigos. Pero tendría que saberlo.—No soy homosexual. Esta noche, cuando has entrado en tu apartamento con aqueltipo, me hubiera gustado ser yo.Se inclinó hacia a<strong>de</strong>lante, y el escote <strong>de</strong> su kimono <strong>de</strong>jó ver sus senos. Me ro<strong>de</strong>ó elcuello con los brazos, esperando a que yo hiciera algo. Sabía lo que estaba esperando <strong>de</strong>

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!