11.07.2015 Views

FLORES PARA ALGERNON - Facultad de Psicología

FLORES PARA ALGERNON - Facultad de Psicología

FLORES PARA ALGERNON - Facultad de Psicología

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Tenía el <strong>de</strong>do en la cerradura <strong>de</strong> la puerta <strong>de</strong> la jaula y, mientras Algernon seguía consus rosados ojos el movimiento <strong>de</strong> mi mano, estoy seguro <strong>de</strong> que sabía lo que yo estabapensando. En aquel momento, Burt tomó la jaula para su <strong>de</strong>mostración. Explicó lacomplejidad <strong>de</strong> la cerradura con combinación, y la dificultad <strong>de</strong>l problema planteado cadavez que la cerradura <strong>de</strong>bía ser abierta (con sus pequeños pestillos <strong>de</strong> plástico que secerraban según combinaciones distintas y <strong>de</strong>bían ser abiertos por la rata accionando unaserie <strong>de</strong> palancas en el mismo or<strong>de</strong>n). A medida que se acrecentaba la inteligencia <strong>de</strong>Algernon, la rapi<strong>de</strong>z en resolver el problema había aumentado, por supuesto. Pero Burtreveló algo que yo no había sabido.En el apogeo <strong>de</strong> su inteligencia, el modo <strong>de</strong> actuar <strong>de</strong> Algernon se había vueltovariable. Algunas veces, según el informe <strong>de</strong> Burt, Algernon rehusaba absolutamentetrabajar, aunque aparentemente tuviera hambre, mientras que en otras ocasiones resolvíael problema, pero en lugar <strong>de</strong> aprovechar su recompensa <strong>de</strong> comida se arrojaba contralas pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la jaula.Cuando alguien <strong>de</strong> los asistentes le preguntó a Burt si con esto quería dar a enten<strong>de</strong>rque la inteligencia incrementada era directamente la causa <strong>de</strong> su <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nadocomportamiento, Burt eludió la cuestión.—En lo que a mi concierne —dijo—, no hay pruebas suficientes para justificar estaconclusión. Existen otras hipótesis. Es posible que, a este nivel, la inteligenciaincrementada y el comportamiento <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nado sean resultado <strong>de</strong> esta operaciónquirúrgica en particular en lugar <strong>de</strong> ser lo uno función <strong>de</strong> la otra. Es también posible queeste comportamiento <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nado sea exclusivo <strong>de</strong> Algernon. No lo hemos registrado enninguno <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más ratones tratados, pero ninguno <strong>de</strong> ellos ha alcanzado un grado <strong>de</strong>inteligencia tan elevado como el <strong>de</strong> Algernon, ni lo ha conservado tanto tiempo como ella.Comprendí inmediatamente que esta información me había sido ocultada. Sospeché larazón y me sentí irritado pero eso no fue nada comparado con la cólera que me invadiócuando proyectaron los films.No sabía que mis primeros tests en el laboratorio habían sido filmados. Y allí estaba yo,cerca <strong>de</strong> Burt, en la mesa, intimidado, con la boca abierta, mientras intentaba recorrer ellaberinto con el lápiz eléctrico. Cada vez que recibía una <strong>de</strong>scarga mi rostro traducía unterror estúpido, abría mucho los ojos, y <strong>de</strong>spués volvía a mí aquella sonrisa ausente.Cada vez que ocurría esto la concurrencia estallaba en risas. Carrera tras carrera, esto serepetía a cada vez, y la gente lo encontraba aún más divertido.Me dije que aquellos no eran bromistas, sino sabios reunidos para perfeccionar susconocimientos. No podían impedir el que aquellas imágenes les resultaran hilarantes. Sinembargo, cuando Burt se unió a los <strong>de</strong>más e hizo comentarios cómicos sobre laspelículas, me sentí empujado a divertirme también. Podríamos reír todavía más viendo aAlgernon escaparse <strong>de</strong> su jaula y toda aquella gente <strong>de</strong>sbandarse y ponerse a cuatropatas para intentar atrapar a un ratoncito blanco, un pequeño genio intentando huir.Pero me contuve y cuando Strauss tomó la palabra, este impulso me habíaabandonado.Strauss se extendió en la teoría y en las técnicas <strong>de</strong> neurocirugía, exponiendo<strong>de</strong>talladamente cómo los primeros estudios sobre la localización <strong>de</strong> los centros <strong>de</strong> control<strong>de</strong> hormonas le habían permitido aislar y excitar esos centros, retirando al mismo tiempola parte <strong>de</strong>l córtex productora <strong>de</strong> inhibidores <strong>de</strong> hormonas. Explicó la teoría <strong>de</strong>l bloqueo <strong>de</strong>hormonas y prosiguió <strong>de</strong>scribiendo mi estado físico antes y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la intervenciónquirúrgica. Algunas fotografías (que no sabía hubieran sido tomadas) fueron distribuidas ypasaron <strong>de</strong> mano en mano mientras eran comentadas. Vi por los asentimientos <strong>de</strong> lascabezas y las sonrisas que la mayor parte <strong>de</strong> los presentes estaban <strong>de</strong> acuerdo con él enel hecho <strong>de</strong> que «la expresión pasiva y vacía <strong>de</strong>l rostro», había sido transformada en«una apariencia viva e inteligente». Se explayó también en algunos aspectos <strong>de</strong> nuestras

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!