11.07.2015 Views

FLORES PARA ALGERNON - Facultad de Psicología

FLORES PARA ALGERNON - Facultad de Psicología

FLORES PARA ALGERNON - Facultad de Psicología

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—No ha pasado nada, Charlie —dijo para tranquilizarme—. Sólo es agua. No tienesque preocuparte tanto por ello.En el taxi, al llevarla a casa, permanecimos un largo rato silenciosos, y luego ella <strong>de</strong>jó aun lado su bolso, en<strong>de</strong>rezó mi corbata y arregló el pañuelo <strong>de</strong> mi bolsillo.—Estás incómodo esta noche, Charlie.—Me siento ridículo.—Te he trastornado porque te he hablado <strong>de</strong> ti. Esto te ha puesto nervioso.—No es eso. Lo que me molesta es que no puedo expresar con palabras lo que siento.—Lo que sientes es nuevo para ti. Pero todo no necesita... ser expresado con palabras.Me acerqué a ella e intenté tomar <strong>de</strong> nuevo su mano pero ella se apartó.—No, Charlie. No creo que fuera bueno para ti. Te he perturbado y eso podría tener unefecto negativo.Cuando ella me rechazó, me sentí a la vez torpe y ridículo. Esto me irritó conmigomismo. Me hundí en mi rincón y miré por la ventanilla. La odiaba como nunca antes habíaodiado a nadie... por sus respuestas tranquilas y sus cuidados maternales. Sentía <strong>de</strong>seos<strong>de</strong> abofetearla, <strong>de</strong> obligarla a arrastrarse, y al mismo tiempo <strong>de</strong> tomarla en mis brazos ybesarla.—Charlie, lamento haberte trastornado así.—No hablemos más <strong>de</strong> ello.—Pero <strong>de</strong>bes compren<strong>de</strong>r lo que ocurre.—Lo comprendo —dije—, y prefiero no hablar <strong>de</strong> ello.Cuando el taxi llegó a su casa, en la calle 77, me sentía horriblemente <strong>de</strong>sgraciado.—Escucha —dijo ella—, es culpa mía. No tenía que haber salido contigo esta noche.—Sí, ahora me doy cuenta.—Lo que quiero <strong>de</strong>cir es que no tenemos <strong>de</strong>recho a situar nuestras relaciones en unplano personal... emocional. Tienes mucho que hacer. No tengo <strong>de</strong>recho a entrar en tuvida en este momento.—Eso soy yo quien <strong>de</strong>be juzgarlo, ¿no?—¿Lo crees realmente? No es solo asunto tuyo, Charlie. Ahora tienes obligaciones...no sólo hacia el profesor Nemur y el doctor Strauss, sino también hacia los millones <strong>de</strong>hombres que quizá sigan tus huellas.Cuanto más hablaba así, más miserable me sentía. Estaba subrayando mi torpeza, miignorancia <strong>de</strong> las cosas a<strong>de</strong>cuadas que hay que <strong>de</strong>cir y hacer. Para sus ojos yo era unadolescente torpe, y ella intentaba hacérmelo compren<strong>de</strong>r educadamente.Ante la puerta <strong>de</strong> su apartamento, se volvió, me sonrió y, por un instante, creí que iba ainvitarme a entrar, pero se limitó a <strong>de</strong>cir muy bajo:—Buenas noches, Charlie. Gracias por esa maravillosa velada.¡Hubiera querido <strong>de</strong>searle buenas noches con un beso. Ya antes había sentido <strong>de</strong>seos<strong>de</strong> hacerlo. ¿Acaso una mujer no espera que uno la bese? En las novelas que he leído yen las películas que he visto es el hombre quien toma la iniciativa. Ayer noche había<strong>de</strong>cidido que la besaría. Pero no <strong>de</strong>jaba <strong>de</strong> pensar: ¿y si me rechaza?Me acerqué a ella y quise tomarla por los hombros Pero fue más rápida que yo. Me<strong>de</strong>tuvo y tomó mi mano entre las suyas.—Es mejor que nos digamos buenas noches <strong>de</strong> este modo, Charlie. No po<strong>de</strong>mosconvertir esto en algo personal. Aún no.Y antes <strong>de</strong> que yo pudiera protestar o preguntar qué quería <strong>de</strong>cir con aquel aún no,entró en su casa.—Buenas noches, Charlie, y gracias otra vez por esa <strong>de</strong>liciosa... <strong>de</strong>liciosa velada —ycerró la puerta.Estaba furioso contra ella, contra mí mismo, contra el mundo entero, pero mientras ibaa casa me di cuenta <strong>de</strong> que tenía razón. Ahora no sé si ella siente algún afecto hacia mí osimplemente me manifiesta su amistad. ¿Qué es lo que pue<strong>de</strong> ver en mí? Lo que lo hace

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!