11.07.2015 Views

FLORES PARA ALGERNON - Facultad de Psicología

FLORES PARA ALGERNON - Facultad de Psicología

FLORES PARA ALGERNON - Facultad de Psicología

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Claro que sí, Charlie. Pero no hablaba <strong>de</strong> ahora. Hablaba <strong>de</strong> antes <strong>de</strong> la operación.Satisfecho <strong>de</strong> sí mismo, orgulloso... sentí <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> golpearle.—Era una persona antes <strong>de</strong> la operación, por si acaso lo ha olvidado...—Oh, por supuesto, Charlie. Entién<strong>de</strong>me. Pero era distinto... —y entonces recordó quetenía que verificar unas fichas en el laboratorio.El doctor Strauss no habla mucho durante nuestras sesiones <strong>de</strong> psicoterapia, pero hoy,cuando planteé la cuestión, me dijo que yo estaba obligado moralmente a <strong>de</strong>círselo alseñor Donner. Pero, cuanto más pensaba en ello, menos sencillo me parecía. Necesitabaa alguien más para salir <strong>de</strong>l dilema, y la única persona en quien podía pensar era Alice.Finalmente, a las diez y media <strong>de</strong> la noche, ya no pu<strong>de</strong> resistir más. Empecé tres veces amarcar su número <strong>de</strong> teléfono y siempre me interrumpí a la mitad, pero a la cuarta vezmantuve mi ánimo hasta que oí su voz.Al principio no supo si <strong>de</strong>bía verme, pero le supliqué que nos encontráramos en lacafetería don<strong>de</strong> habíamos cenado juntos.—Siento un profundo respeto hacia usted; siempre me ha dado buenos consejos. —Y,como aún vacilaba, insistí—: Tiene que ayudarme. Usted es en parte responsable. Ustedmisma lo dijo. Si no hubiera sido por usted, nunca me hubiera metido en esto. No pue<strong>de</strong>librarse <strong>de</strong> mi simplemente encogiéndose <strong>de</strong> hombros.Debió darse cuenta <strong>de</strong> hasta qué punto necesitaba su ayuda, pues aceptó que nosviéramos. Colgué y contemplé el teléfono. ¿Por qué era tan importante para mí saber loque ella pensaba, conocer sus sentimientos? Durante más <strong>de</strong> un año, en la clase <strong>de</strong>adultos, lo único que contaba para mí era complacerla. ¿Era por eso por lo que habíaaceptado la operación?Anduve arriba y abajo <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> la cafetería hasta que el agente <strong>de</strong> policía empezó amirarme sospechosamente. Después entré, y tomé un café. Afortunadamente la mesaque habíamos ocupado la otra vez estaba libre. Seguramente imaginaría encontrarme enaquel rincón.Me vio y me hizo un gesto, pero se <strong>de</strong>tuvo en el mostrador para tomar un café antes <strong>de</strong>venir a la mesa. Sonrió y me di cuenta <strong>de</strong> que era porque yo había escogido la mismamesa. Un gesto romántico y un poco tonto.—Ya sé que es tar<strong>de</strong> —dije para disculparme—, pero le juro que empezaba a volvermeloco. Tenía que hablarle.Bebió lentamente su café y me escuchó tranquilamente mientras le explicaba cómohabía <strong>de</strong>scubierto el robo <strong>de</strong> Gimpy, mi propia reacción y las contradictorias opinionesque había recibido en el laboratorio. Cuando hube terminado, se apoyó en el respaldo <strong>de</strong>su silla y sacudió la cabeza.—Charlie, me sorpren<strong>de</strong>s. En algunos aspectos haces unos progresos enormes, y sinembargo cuando se trata <strong>de</strong> tomar una <strong>de</strong>cisión sigues siendo todavía un niño. No puedo<strong>de</strong>cidir por ti, Charlie. La respuesta no pue<strong>de</strong> encontrarse en los libros o pedirse a otraspersonas. A menos que quieras seguir siendo un niño toda tu vida. Debes encontrar lasolución en ti mismo, sentir como <strong>de</strong>bes actuar correctamente. Charlie, <strong>de</strong>bes, apren<strong>de</strong>r atener confianza en ti mismo.Al principio me sentí irritado por su sermón, pero <strong>de</strong>spués empecé a compren<strong>de</strong>r.—Quiere <strong>de</strong>cir que <strong>de</strong>bo <strong>de</strong>cidir por mí mismo.Inclinó la cabeza.—De hecho —dije—, ahora que pienso en ello, creo que un poco ya he <strong>de</strong>cidido.¡Pienso que tanto Nemur como Strauss están en un error!Me observaba <strong>de</strong>s<strong>de</strong> muy cerca, emocionada.—Algo está cambiando en ti, Charlie. Si pudieras ver tu rostro.—¡Diablos, tiene usted razón, estoy cambiando! Tenía una nube <strong>de</strong> humo ante los ojos,y usted la ha eliminado <strong>de</strong> un soplo. Una i<strong>de</strong>a muy simple. Tener confianza en mi mismo.Y nunca antes se me había ocurrido.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!