11.07.2015 Views

FLORES PARA ALGERNON - Facultad de Psicología

FLORES PARA ALGERNON - Facultad de Psicología

FLORES PARA ALGERNON - Facultad de Psicología

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Lamento interrumpirle, señor, pero vamos a aterrizar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> unos minutos. Tieneque atarse <strong>de</strong> nuevo su cinturón... Oh, no se lo había <strong>de</strong>satado. Lo ha llevado atado<strong>de</strong>s<strong>de</strong> Nueva York. Casi dos horas...—Lo olvidé. Lo <strong>de</strong>jaré así hasta que hayamos aterrizado. Parece que ya no memolesta.Ahora comprendo <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> saqué esta poco usual motivación para volverme listo quetanto sorprendió a todo el mundo al principio. Era un <strong>de</strong>seo que angustiaba Rose Gordon<strong>de</strong> día y <strong>de</strong> noche. Su miedo, su culpabilidad, su vergüenza <strong>de</strong> que Charlie fuera un idiota.Su sueño <strong>de</strong> que pudiera curarse. La pregunta más inmediata era: ¿<strong>de</strong> quién era la culpa,<strong>de</strong> ella o <strong>de</strong> Matt? No fue hasta que Norma le probó que ella podía tener niños normales,y que yo simplemente era anormal, que <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> querer cambiarme. Pero pienso que yonunca he <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> <strong>de</strong>sear ser el chico inteligente <strong>de</strong> su sueño para que ella me quisiera.A propósito <strong>de</strong> Guarino ocurre algo divertido. Tendría que odiarle por lo que me hizo ypor haber explotado a Rose y a Matt, pero no puedo, y no sé por qué. Tras la primeravisita, siempre fue amable conmigo. Siempre la palmadita en la espalda, la sonrisa, lapalabra animosa que yo casi nunca recibía.Me trataba —incluso entonces— como a un ser humano. Pue<strong>de</strong> tacharse <strong>de</strong> ingratitud,pero esta es una <strong>de</strong> las cosas que me <strong>de</strong>sagradan aquí, esa manera <strong>de</strong> tratarme como aun cobayo. Las constantes referencias <strong>de</strong> Nemur <strong>de</strong> haberme hecho lo que soy o <strong>de</strong> quealgún día habrá otros como yo que llegarán a ser realmente seres humanos.¿Cómo puedo hacerle compren<strong>de</strong>r que él no me ha creado?Comete el mismo error que los <strong>de</strong>más cuando ven a una persona débil mental y se ríen<strong>de</strong> ella porque no compren<strong>de</strong>n que pese a todo hay unos sentimientos buenos que hayque tener en cuenta. No compren<strong>de</strong> que era ya un ser humano antes <strong>de</strong> venir aquí.Aprendo a contener mi resentimiento, a no ser tan impaciente, a esperar... Supongoque estoy madurando. Cada día aprendo más y más cosas sobre mí mismo, y losrecuerdos que han comenzado a surgir como la resaca, me sumergen ahora ola tras ola...11 <strong>de</strong> junio. Los problemas comenzaron <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento en que llegamos alChalmers Hotel <strong>de</strong> Chicago y <strong>de</strong>scubrimos que nuestras habitaciones no quedarían libreshasta la noche siguiente y que, hasta entonces, tendríamos que instalarnos en elIn<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nce Hotel, cerca <strong>de</strong> allí. Nemur estaba furioso. Tomó aquello como una afrentapersonal y se peleó con todo el mundo <strong>de</strong>l hotel, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el mozo hasta el director. Tuvimosque esperar en el vestíbulo mientras cada uno <strong>de</strong> los empleados <strong>de</strong>l hotel iba a buscar asu superior a fin <strong>de</strong> ver qué podía hacerse.En medio <strong>de</strong> todo aquel movimiento —equipajes llegando y apilándose en el vestíbulo,mozos yendo y viniendo con sus carretillas, participantes en la Convención que llevabanun año sin verse, se reconocían y se felicitaban—, nos sentíamos más y más incómodosmientras Nemur intentaba localizar a los dirigentes <strong>de</strong> la International PsychologicalAssociation.Finalmente, cuando se hizo evi<strong>de</strong>nte que no se podía cambiar nada, admitió el hecho<strong>de</strong> que <strong>de</strong>beríamos pasar en el In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nce nuestra primera noche en Chicago.Resultó que la mayor parte <strong>de</strong> los psicólogos jóvenes estaban instalados en elIn<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nce, y que era allí don<strong>de</strong> tendrían lugar las primeras gran<strong>de</strong>s recepcionesnocturnas. La gente había oído hablar <strong>de</strong>l experimento y la mayor parte <strong>de</strong> ellos sabíanquién era yo. Por todas partes don<strong>de</strong> íbamos siempre venía alguien a preguntarme miopinión sobre cualquier cosa, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las consecuencias <strong>de</strong> los nuevos impuestos hasta losúltimos <strong>de</strong>scubrimientos arqueológicos en Finlandia. Era una especie <strong>de</strong> <strong>de</strong>safío, y elconjunto <strong>de</strong> mis conocimientos generales me permitía discutir sin apuros <strong>de</strong> casi todo.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!