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FLORES PARA ALGERNON - Facultad de Psicología

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—Te lo digo, te arrepentirás <strong>de</strong> haber metido tus narices en esto. Siempre te he<strong>de</strong>fendido. Tendría que hacerme mirar la cabeza... —y se alejó cojeando.Quizá <strong>de</strong>biera habérselo dicho todo a Donner y hacer <strong>de</strong>spedir a Gimpy... no lo sé.Actué como creí mejor. Ahora todo ha terminado. ¿Pero cuanta gente hay que comoGimpy, se aprovecha <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más?15 <strong>de</strong> mayo. Mis estudios van bien. La biblioteca <strong>de</strong> la universidad es ahora misegunda casa. Han tenido que buscarme una sala especial porque necesito tan sólo unsegundo para absorber toda una página, y algunos estudiantes curiosos vieneninfaliblemente a reunirse a mi alre<strong>de</strong>dor mientras yo giro rápidamente las páginas <strong>de</strong> mislibros.Los temas que más me absorben en este momento son la etimología y las lenguasantiguas, las obras más recientes sobre el cálculo <strong>de</strong> variaciones y la historia hindú. Essorpren<strong>de</strong>nte el modo como cosas sin relación aparente se enca<strong>de</strong>nan. He alcanzado otrameseta y ahora las corrientes <strong>de</strong> las distintas disciplinas parecen acercarse entre sí comosi surgieran <strong>de</strong> una única fuente.Es extraño, pero cuando estoy en la cafetería <strong>de</strong> la universidad y oigo a los estudiantesdiscutir <strong>de</strong> historia, <strong>de</strong> política o <strong>de</strong> religión, todo aquello me parece terriblemente pueril.No siento ningún placer en discutir a un nivel tan elemental. La gente se estremececuando les muestro que no abordan las complejida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l problema, no saben lo queexiste más allá <strong>de</strong> las apariencias superficiales. Lo mismo ocurre a niveles superiores, yhe renunciado á toda tentativa <strong>de</strong> discutir con los profesores <strong>de</strong> Beekman.En la cafetería <strong>de</strong> la facultad, Burt me presentó a un profesor <strong>de</strong> economía muyconocido por sus trabajos sobre los factores económicos que afectan las tasa <strong>de</strong> interés.Des<strong>de</strong> hacía tiempo quería hablar con un economista <strong>de</strong> algunas i<strong>de</strong>as que habíaencontrado en mis lecturas. El aspecto moral <strong>de</strong>l bloqueo militar utilizado como arma entiempo <strong>de</strong> paz me había turbado. Le pregunté qué pensaba <strong>de</strong> la sugestión <strong>de</strong> algunossenadores que apoyaban la utilización <strong>de</strong> medios tácticos tales como la "lista negra" o elrefuerzo <strong>de</strong>l control <strong>de</strong> los certificados <strong>de</strong> navegación, como habíamos hecho durante laprimera y segunda guerras mundiales con algunas <strong>de</strong> las pequeñas naciones que ahorase nos oponen.Escuchó en silencio, la mirada ausente, y supuse que reunía sus i<strong>de</strong>as para respon<strong>de</strong>r;pero algunos minutos más tar<strong>de</strong> carraspeó y sacudió la cabeza. Esa cuestión, explicó,escapaba <strong>de</strong> su competencia. El se había especializado en las tasas <strong>de</strong> interés, y apenasse había interesado en los problemas económico-militares. Me sugirió que viera al doctorWessey, que había publicado un artículo sobre los Acuerdos Comerciales durante lasegunda guerra mundial. Probablemente él podría informarme.Antes <strong>de</strong> que pudiera respon<strong>de</strong>r nada, me cogió la mano y me la estrechó. Estabacontento <strong>de</strong> haber hablado conmigo pero tenía que reunir las notas para una Conferencia.Y se fue.Lo mismo ocurrió cuando intenté discutir <strong>de</strong> Chaucer con un especialista en literaturaamericana, cuando le pregunté a un orientalista sobre los habitantes <strong>de</strong> las islas Trobiando cuando intenté aclarar algunas i<strong>de</strong>as respecto a los problemas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleoprovocado por la automación con un sociólogo especializado en los son<strong>de</strong>os <strong>de</strong> opiniónsobre el comportamiento <strong>de</strong> los adolescentes. Siempre encontraron pretextos paraesquivarme, temerosos <strong>de</strong> revelar la estrechez <strong>de</strong> sus conocimientos.Qué distintos me parecen ahora. Y había sido tan estúpido como para pensar que losprofesores eran unos gigantes intelectuales. Son gente como los <strong>de</strong>más, y tienen miedo<strong>de</strong> que el resto <strong>de</strong>l mundo se dé cuenta <strong>de</strong> ello. Y Alice es también una mujer, no unadiosa... mañana por la noche la llevo al concierto.

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