11.07.2015 Views

FLORES PARA ALGERNON - Facultad de Psicología

FLORES PARA ALGERNON - Facultad de Psicología

FLORES PARA ALGERNON - Facultad de Psicología

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

parte mi nombre. Quiero que guar<strong>de</strong>s este ejemplar <strong>de</strong> mi informe <strong>de</strong> modo que puedasmostrarle a la gente que tu hijo ha sido al final algo muy distinto que un simple <strong>de</strong> espíritu.Miró el informe y sacudió la cabeza.—Es... es tu nombre. Sabía que esto ocurriría. Siempre dije que ocurriría algún día.Intenté todo lo que pu<strong>de</strong>. Tu eras <strong>de</strong>masiado joven para acordarte <strong>de</strong> ello, pero lo intentétodo. Les dije a todos que irías al colegio y que serías un hombre <strong>de</strong> respeto en el mundo.Se reían, pero yo se los dije.Me sonrió a través <strong>de</strong> sus lágrimas y, en un momento, su mirada se esfumó. Tomó sutrapo y se puso a limpiar el marco <strong>de</strong> la puerta <strong>de</strong> la cocina mientras cantaba —másalegremente, me pareció— como en un sueño.El perro ladró <strong>de</strong> nuevo. La puerta <strong>de</strong> entrada se abrió y se cerró.—Vamos, Nappie, vamos. Soy yo —dijo una voz al perro, que saltaba alegrementegolpeando la puerta <strong>de</strong> la habitación.Me enfurecí por haber caído en la trampa. No quería ver a Norma. No teníamos nadaque <strong>de</strong>cirnos, y no quería que mi visita fuera estropeada. No había puerta trasera. Elúnico medio era saltando por la ventana al patio y pasar por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la cerca. Perocualquiera que me viera me tomaría por un ladrón.Cuando oí la llave girar en la cerradura le susurré a mi madre, no sé por qué:—Norma ha vuelto a casa —le toqué el brazo, pero no me oyó. Estaba <strong>de</strong>masiadoocupaba canturreando mientras limpiaba.La puerta se abrió. Norma me vio y frunció el ceño. No me reconoció al primermomento, estaba oscuro y no habíamos dado la luz. Dejó la bolsa <strong>de</strong> provisiones quellevaba y pulsó el conmutador.—¿Quién es usted...? —pero, antes <strong>de</strong> que pudiera respon<strong>de</strong>r, se llevó la mano a laboca y se apoyó contra la puerta.—¡Charlie! —dijo en el mismo tono que mi madre, con voz ahogada. Se parecía a loque había sido mi madre tiempo atrás, <strong>de</strong>lgada, <strong>de</strong> rasgos angulosos, bonita como unpajarillo. ¡Charlie! ¡Dios mío, qué sorpresa! Podrías haber escrito o telefoneado paraavisarme. No sé qué <strong>de</strong>cir... —miró a mi madre, sentada en el suelo, junto al frega<strong>de</strong>ro.¿Se encuentra bien? No le habrá afectado o...—Ha salido un momento <strong>de</strong> este estado. Hemos hablado un rato.—Me alegro. Des<strong>de</strong> hace un tiempo no recuerda muchas cosas. Es su edad, lasenilidad. El doctor Portman quiere que la lleve a un asilo, pero no acabo <strong>de</strong> <strong>de</strong>cidirme.No soporto imaginarla en una <strong>de</strong> esas casas <strong>de</strong> viejos. —Abrió la puerta <strong>de</strong> la habitaciónpara <strong>de</strong>jar salir al perro. Cuando se puso a saltar y a lanzar grititos <strong>de</strong> alegría, lo cogió y loabrazó— Realmente, no puedo hacerle esto a mi madre —me miró y me sonrió,vacilante—. Bueno, vaya sorpresa. Nunca lo hubiera soñado. Déjame mirarte. No tehubiera reconocido si nos hubiéramos cruzado en la calle. Eres tan distinto —suspiró—.Estoy contenta <strong>de</strong> verte, Charlie.—¿Lo estás realmente? Nunca hubiera creído que sintieras <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> volver a verme.—¡Oh, Charlie! —tomó mis manos entre las suyas—. No digas esto. Estoy contenta <strong>de</strong>verte. Te esperaba. No sabía cuándo, pero estaba segura <strong>de</strong> que volverías. Des<strong>de</strong> que leílo <strong>de</strong> Chicago, cuando te escapaste —retrocedió para verme mejor—. No sabes cuantasveces he pensado en ti y me he preguntado don<strong>de</strong> estabas y qué hacías. Hasta que eseprofesor vino aquí. ¿Cuánto hace <strong>de</strong> ello? ¿En marzo pasado? ¿Hace apenas sietemeses? No tenía ni i<strong>de</strong>a que estuvieras aún vivo. Ella me dijo que habías muerto enWarren. Cuando me dijeron que estabas vivo y que te necesitaban para este experimentono sabía qué hacer. El profesor Nemur... ¿es este su nombre?... no quiso <strong>de</strong>jarme verte.Temía trastornarte antes <strong>de</strong> la operación. Pero cuando vi en los periódicos que había sidoun éxito y que te habías vuelto un genio... ¡oh, no sabes lo que representó para mí leeresto!

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!