ponencia completa - Instituto de Altos Estudios Sociales

contener los orígenes de la nación en la masa y en base al relato conocido como la “historia oficial”.Lo cierto es que su intento de ruptura no es total, sino que conserva ciertos lineamientos y nuevasexclusiones.Demonios de la historiografía liberalSin próceres, Rep se vale de los movimientos sociales para relatar la historia de los pueblos, loscuales fueron estigmatizados como la Barbarie a exterminar, por los sectores conservadores. Poreso, el mural cuenta con una noción de inclusión para conformar un ser nacional.Incluso las oleadas inmigratorias fomentadas por la Generación del 80’ fueron el germen de laidentidad nacional basada en “el crisol de razas” que conllevaban al racismo de Estado, al excluir loamericano (Trinchero, 2005, pág. 384).El protagonismo del sujeto Pueblo articuló los revisionismos que observaron un proceso deevolución ascendente de las demandas que atraviesan los 200 años de la Argentina: federalismo(caudillos), la soberanía (los radicales) y la democracia social (peronismo) (Svampa, 2006). Eseactor colectivo actualizó a cada momento la lucha política- ideológica que se enfrentaba a laoligarquía.En ese sentido, la obra contiene la construcción de una identidad social, entendida como unconcepto dinámico que es más acumulativo que excluyente (Colombres, 1997). Para tal fin, Reprecurre a “representaciones que constituyen el correlato simbólico de su serie de posicionesobjetivas” (Escobar, 1992) y éstas están dadas por las escenas históricas sobre las que existe unconsenso sobre el hecho, pero no sobre su interpretación.¿Quién relata la historia argentina? En efecto, la lucha por el poder político y económico también setradujo en políticas culturales y pugnas por definir una única interpretación del devenir de la nación.Con el ascenso de las masas populares impulsado por el reconocimiento de sus derechos políticos ylaborales, “los distintos sujetos colectivos empezaron a disputar el derecho a simbolizar el país, conlo que la exclusión de los sectores subalternos […] no es más que una forma de oscurecer ladependencia y desactivar los resortes transformadores” (Acha, Colombres, & Escobar, 1991).Sin embargo, esta construcción genera nuevas exclusiones de otros grupos sociales como lapoblación negra y las migraciones internas, es decir los “cabecitas negras”.A pesar de la intensión primaria de diferenciarse de la historiografía liberal, se presentancontinuidades como el paisaje porteño como localización predominante, las victorias latifundistassobre los pueblos originarios, la linealidad de la historia, el modelo agroexportador y los hitosinstitucionales de 1810, 1816 y 1853. Si bien es cierto que es imposible soslayarlos, esos hechosson los marcados por las corrientes conservadoras como el camino hacia el progreso, al imitar lasinstituciones liberales en boga en Europa.Por otra parte, el único prócer erigido por la línea mitrista que rescata Rep, es San Martín en su rol