ponencia completa - Instituto de Altos Estudios Sociales

de ausencia de orientaciones maestras que delimiten la memorialización, desde el punto de vista de suintervención y puesta en valor. Luego, respecto del equipo de arquitectura ganador del concurso, analizoy reflexiono sobre el rol de elementos mediadores que hacen posible materializar el anteproyecto en undispositivo de memoria.Concurso público como legitimación de la memoria oficialEl convenio entre el CMN y el Programa de DDHH, nace en un contexto de articulación ytrabajo sostenido en el tiempo de reparticiones del Estado 247 preocupadas por el rescate de ex centros dedetención y tortura. La realización del concurso fue un hito importante pues cambió la lógica respecto ala construcción de memoriales en Chile: Hasta antes de este concurso las agrupaciones de DDHH, quebuscaban erigir algún tipo de hito memorial, se hacían de un vocero que traducía sus intensiones yconceptos para la creación de algún sitio o lugar de recuerdo; escultores, artistas o arquitectos realizabanlos elementos conmemorativos o memoriales en lugares públicos o en espacios ligados a la violación deDDHH. Esto se materializó en la construcción de un memorial en cada una de las regiones en Chile, conla ayuda y financiamiento del Programa de DDHH.Desde los gestores de la iniciativa de memorialización del Patio 29, el concurso representa elgesto que permite educar en memoria y en DDHH; pues se inserta una lógica donde otros actores sonllamados a participar, pudiendo contraponer distintas ideas o proyectos de cómo realizar una puestapublica de representación sobre el pasado traumático. Desde el Estado, el concurso público sirve paralegitimar procedimientos y poder interesar a distintos actores en la tarea de construcción de memorias;se preparan las bases colectivamente entre distintas reparticiones y se consulta a organizaciones deDDHH. Así se revisan y se ajustan durante el período de casi 1 año. Pero también, este concursopúblico, es expresión de la ausencia de política pública en materia de gestión y elaboración deiniciativas de memorialización; el concurso público obedece a una coyuntura específica que implicamucho esfuerzo por parte de lógica Estatal para definir cómo, qué, y quiénes deben ser los elegidos parallevar adelante este hito memorial. Por ejemplo, las sucesivas correcciones a las bases generales ytécnicas del concurso se debió a la difícil coordinación del convenio entre el CMN y el Programa deDDHH; correos electrónicos de funcionarios discuten sobre el traspaso del financiamiento de unarepartición a otra, sobre la validación jurídica de las bases y la aprobación de cuestiones técnicas yadministrativas (quién se hacer cargo de qué y cómo). En ese contexto, no se observa una discusiónsobre los conceptos que enmarcan la propuesta memorial y lo que se presenta es un acuerdo tácito sobrepreceptos controversiales (como “memoria nacional”, “patrimonio de los DDHH”, “intervención” y“puesta en valor”), que estos profesionales y funcionarios no tienen tiempo de discutir. La necesidad deuna manifestación del Estado en conjunto con otros actores y la producción de una memoria oficial247 Además del CMN y el Programa de DDHH se cuentan al Ministerio de Obras Pública, de Bienes Nacionales, de Vivienda y Urbanismoy la Comisión Presidencial en DDHH.